
Quedan horas para la apertura de mesas y el sufragio de cada elector/a que participará en las Elecciones Legislativas Primarias, Abiertas, Simultánes y Obligatorias (PASO), al mismo tiempo que, más allá de las estrategias electorales ya jugadas desde cada frente, se dirimen tácticas entre las cuales surge la preocupación por el ausentismo.
Si bien en términos definitivos los ojos están puestos en las Elecciones Generales del 14 de noviembre, las PASO ordenan el panorama y reestructuran las consideraciones políticas, tal como sucedió en 2019 cuando, tras perder en las Primarias, el expresidente Mauricio Macri incrementó su electorado en el sufragio definitivo, aunque no le alcanzó para vencer a Alberto Fernández.
Lo cierto es que, tanto en los comicios provinciales que se llevaron a cabo la semana pasada en Salta, como en los de Corrientes, Misiones y Jujuy, la participación mermó con respecto a la que hubo en 2019 y 2017.
En Salta solo fue a votar un 64,40% del padrón (677.832 votantes de 1.052.535 habilitados). Otro dato que llamó la atención fue el número de votos en blanco: hubo 34.323, que representan al 12,1% de los emitidos.
En Misiones, en tanto, la participación fue del 59,53% -19 puntos menos que en 2019- y en Jujuy concurrió a votar el 70,68% del padrón, es decir, ocho puntos porcentuales debajo de las elecciones de 2019. En tanto, de acuerdo a la constatación de los votos emitidos en Corrientes, 568.334 (65,4%) de las/os correntinas/os sufragaron mientras que 299.925 (34,5%) no participaron.
Si bien la realidad de estas provincias del Norte Argentino es disímil entre sí y comparativamente con el resto del país, es una muestra del interés y la convocatoria que motivaron las PASO en dichos distritos, más allá de los marcos epidemiológicos que se representaron en cada uno en el momento del sufragio regional.
Para el caso, entre todas las variables, desde el Gobierno Nacional prevén que el ausentismo no supere el 40% aunque, en ese sentido, más allá de las ecuestas y las imágenes posivitas o negativas que conserva el Frente de Todos, sigue con un piso de 25 y 30 puntos de adhesión que se le problematizará con las candidaturas de Florencio Randazzo de Vamos con Vos y de Guillermo Moreno de Principios y Valores.
La propia incertidumbre radica en Juntos para el caso de la Provincia, o Juntos por el Cambio en la Ciudad de Buenos Aires, desde donde esta semana se eyectaron mensajes propendientes a interpelar a la genta para que vaya a votar. Inclusive, de forma textual, los dichos de diferentes dirigentes como Diego Santilli, Horacio Rodríguez Larreta y Julio Garro, entre otros, intentaron persuadir a ciertos sectores del electorado con el objetivo de “sacar al Kirchnerismo” a través de la concurriencia a las urnas.
Sin embargo, la inquietud radica en que, al haber un ausentismo pronunciado (sobre como los casos de Misiones, Salto o Corrientes), la plataforma electoral puede achicarse para la oposición si no fideliza a las personas que pueden acompañarlos o si no seduce a nichos en donde se agrupan implícitamente aquellas que están indecisas respecto al color del voto.
Ante esto, también está la dispersión y atomización de aquel frente opositor que pregnó en el inicio del 2021 pero que, con el correr de los meses, pereció en sus fundamentos. De hecho, habrá que esperar los efectos de los resultados de la interna nacional para las bancas bonaerenses entre Santilli y Facundo Manes que, en los número previos, yace como peleada.
Además de la Unión Cívica Radical que de cara a las PASO tomó protagonismo en la elección de sus jefes políticos para conseguir más resortes de poder, para el caso, legislativos, también se aguardan las consecuencias de los movimientos libertarios y otras fuerzas que puedan jugar su papel en los distintos distritos.