Más allá de la polémica: libertades para algunos, un libreto repetido y la dudosa 'guerra al narcotráfico' - Política y Medios
07-10-2024 - Edición Nº6093

OPINIÓN

Más allá de la polémica: libertades para algunos, un libreto repetido y la dudosa 'guerra al narcotráfico'

Una lectura de trasfondo tras la polémica en torno a los dichos de Vidal sobre el consumo de marihuana según las clases sociales.

Este martes, la precandidata a diputada nacional por la Ciudad de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, volvió a poner de relieve la particular mirada de un sector de la oposición sobre el consumo recreativo de marihuana.

En una entrevista a Filo News, la ex gobernadora bonaerense se mostró en contra de la legalización del cannabis para uso recreativo, y su argumentación dio que hablar en medios de comunicación y redes sociales.

“Yo ya dije que estoy en contra, y quiero explicar bien desde dónde se construye mi opinión: yo estoy a favor de la libertad y de que cada uno puede decidir qué hacer, pero me parece que hay dos realidades distintas”, señaló.

En esa línea, Vidal sostuvo: “Una cosa es fumarte un porro en Palermo un sábado a la noche, con amigos, relajado, o con tu pareja, o solo; y otra cosa es vivir en la 21-24, en la Zavaleta, en la 1-11-14, rodeado de narcos y que te ofrezcan un porro. Sin oportunidades, sin ir a la escuela o habiéndola dejado”.

Según consideró la dirigente del PRO, se trata de “caminos completamente distintos”, y respaldó su afirmación por testimonios de madres de chicos adictos al paco y de curas villeros. “Yo camino los barrios pobres hace 15 años, no me lo cuenta nadie, y vi esas realidades-. Me parece que no estamos, por esos pibes, listos para eso”, ratificó

Desde su óptica, “para esos pibes, la marihuana no es un consumo ocasional, de recreo y plenamente elegido. Es parte del inicio más jodido y mucho más duro, donde tienen muchas menos oportunidades de elegir”.

Al profundizar sobre el discurso de la precandidata, no deja de llamar la atención que inicia aclarando estar “a favor de la libertad" de decisión, pero que esto cambia con base en la clase social de pertenencia de aquel que haga uso de su libertad de “decidir qué hacer”.

Lo que a simple vista puede parecer una consideración personal con base en la contemplación de los entornos -y así lo argumenta- tiene un preocupante correlato sobre el accionar de las fuerzas de seguridad del distrito en el que competirá en las PASO, y que su partido administra desde hace casi 13 años.

[Polémica, críticas y una coincidencia discursiva llamativa]

La viralización de este segmento de la entrevista causó un rápido revuelo en redes sociales durante la tarde y la noche de ayer, que luego se trasladó a portales y programas periodísticos.

En general, la crítica se situó fundamentalmente sobre el sesgo clasista de las afirmaciones de la precandidata, y naturalmente muchos usuarios también salieron a la defensa de Vidal, por filiación política o por coincidencia con su posición.

Entre cuestionamientos, reflexiones y debates, no fueron pocos los que recordaron una llamativa coincidencia con uno de los sketch de Droga Nacional. Allí, representan con precisión quirúrgica este discurso en una charla entre un joven y su interlocutora, que consumía cannabis -y otros estupefacientes- pero se mostraba de manera tajante contra el consumo de la gente de bajos recursos.

Lo cierto es que, más allá de las ironías y las bromas en torno a la coincidencia, no se trataba de un contenido netamente ficcional: como la mayoría de los videos de este emprendimiento, recogía un discurso previo exponiéndolo de manera crítica.

Es que, a finales de agosto de 2019, la diputada provincial santafesina por el PRO, Amalia Granata, había brindado una definición curiosamente similar en el programa Almorzando con Mirtha Legrand.

“Cuando en este país hablan de legalizar la marihuana, me gustaría que los candidatos que piensan eso vengan al barrio y hablen con las mamás. Porque una cosa es legalizar la marihuana para el que tiene el departamento en Palermo y se junta con amigos a ver Netflix y fumarse un porro y pasarla bien, y otra cosa es el que vive en una casa de chapa con piso de barro que no tiene baño, que empieza a consumir marihuana”, señaló la ex modelo.

En todo caso, o bien asistimos a una insólita coincidencia no sólo de cosmovisión sino también de contenido discursivo, o bien desde el PRO existe una bajada de línea sobre cuál es la posición sobre el tema ante el electorado y por qué motivos.

[Más allá del discurso: la ‘guerra al narcotráfico’ como persecución de usuarios pobres]

En todo caso, no debería llamar la atención que las ideas de los candidatos se encuentren preconfiguradas y por demás ‘masticadas’ por asesores en pleno escenario electoral.

Sí es más interesante reconocer cuáles son las implicancias de este punto de vista en la vida real, en donde los pensamientos se transmutan en acciones que repercuten sobre la vida de todos y todas: en la política.

A mediados del corriente año, un relevamiento del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) sobre datos son de la Procuraduría de Narcocriminalidad (PROCUNAR) y del Ministerio Público Fiscal (MPF) porteño, arrojó información llamativa sobre cuál es el accionar del Estado en la Ciudad de Buenos Aires respecto.

El documento arroja un incremento sorprendente de las detenciones por tenencia para consumo a partir de 2019. Las causas que ingresaron a la Justicia federal de la Capital Federal durante el año 2018 fueron 4.777; mientras que entre enero de 2019 y agosto de 2020 (8 meses más) se iniciaron 29.206 expedientes bajo esta calificación legal.

El aumento del proceder de las instituciones de Seguridad y de Justicia sobre estos hechos fue de más del 500%, y alrededor del 75% estaba vinculado a la posesión de marihuana.

Estas casi 30 mil personas demoradas o detenidas constituyen casi el 75% de las causas abiertas por violación a la Ley de Drogas en el distrito más rico del país, según destacó el periodista Fernando Soriano en un artículo de Infobae donde retomaba el estudio. Al indagar cuántas responden, sobre ese total, a venta de drogas o narcomenudeo se observa que sólo el 17% (6.709)

Las cifras del Ministerio Público porteño indican que el 80% de los casos de delitos menores por drogas que llegan a la Justicia se inician por intervención directa de efectivos policiales, sin orden judicial ni investigación previa: detenciones al voleo.

En estrecha relación con esta realidad, se puede identificar una bajísima tasa efectividad en esta maquinaria policial-judicial: entre octubre de 2019 y agosto del 2020, 18.160 casos fueron desestimados de un total de 20.016. En tan sólo 6,5% de las ocasiones se inició una investigación.

Sin embargo, esta aparente ineficiencia no ocurre sin contexto: la famosa “guerra contra el narcotráfico” de la que se jactó -y todavía se jacta- la ex ministra de Seguridad de Cambiemos y actual presidenta del PRO, Patricia Bullrich, fue y es uno de los pilares discursivos de la narrativa de la oposición.

En nombre de las persecución a los grandes comercializadores de drogas, se llevaron adelante innumerables procedimientos en los cuales, a menudo, las fuerzas de seguridad no tenían más para mostrar que unos cuantos plantines.

Gráfico: Cels: "La guerra contra lxs consumidorxs de drogas debe terminar".

Al día de hoy, la campaña del precandidato a diputado nacional por la provincia de Buenos Aires, Diego Santilli, exhibe pocas propuestas por fuera de su exitosa gestión de Seguridad en la Ciudad de Buenos Aires, el combate al narcotráfico y la reducción de la presión impositiva.

No obstante, la información recogida de los propios organismos del Estado torna, cuanto menos, cuestionable la veracidad de presunto este combate al tráfico de estupefacientes.

Esta presunta “guerra” se transmuta del micrófono a la realidad más bien como una persecución a los usuarios, a los denominados coloquialmente “perejiles”. Pero no a cualquiera -y aquí nos remontamos nuevamente a los dichos de Vidal y Granata-.

El documento del CELS indica que el 75% de las aprehensiones en la CABA se dan en las comunas 1 (que incluye a los barrios de Retiro y Villa 31), 4 (donde se ubican la villa Zavaleta, la 21-24, y los barrios de Barracas y Pompeya), 8 (Lugano, villa 20 y más asentamientos) y 3 (que incluye a Balvanera, Plaza Once y Abasto).

Durante el ASPO, mientras las causas iniciadas por tenencia a nivel nacional decayeron, en la CABA continuaron incrementándose.
Gráfico: Cels: "La guerra contra lxs consumidorxs de drogas debe terminar".

“Por decisión policial y de la política de seguridad, el consumo de drogas es un delito casi únicamente en las zonas más pobres de la ciudad”, evalúa al respecto el centro de estudios en su documento.

Por último, un dato que no deja de llamar la atención: el 78% de los detenidos por posesión de marihuana en la heroíca contienda contra el crimen organizado no poseía más de 5 gramos de cannabis.

En definitiva, más allá de las posturas que -siempre y cuando tengan un argumento sólido- son respetables; detrás de esta discriminación de clase respecto al consumo recreativo de marihuana se exhibe no sólo la opinión casualmente coincidente de diferentes cuadros políticos del PRO, sino también el criterio rector que orienta el accionar de las fuerzas de Seguridad en el distrito que más largamente han gestionado.

De fondo, un slogan de campaña repetido cuya veracidad resulta vapuleada: “Estoy a favor de la libertad”. El propio intento de explicación de la ex gobernadora bonaerense puso de relieve a las claras que se trata de la libertad de algunos.

Y en esa misma línea se encolumna el desempeño de la Policía de la Ciudad. En teoría, el consumo de marihuana no está permitido. En la práctica, una cosa es para los que viven en Palermo, y otra para los que viven en las villas.

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