El fútbol es la pasión de cada persona que reside en suelo argentino, más allá de su procedencia. Es un bien cultural y, por lo tanto, indispensable dentro de lo que los propios protagonistas subestiman como “lo menos importante” dentro de la realidad del país. A pesar de esto, la rosca política dentro de la Asociación del Fútbol Argentino cruje en medio de una examinación de la Inspección General de la Justicia (IGJ) tras una acusación de irregularidades en la renovación del ciclo de Claudio “Chiqui” Tapia como presidente de la casa madre del fútbol nacional. Y mientras otros se pelean en la carrera para lo que sería la sucesión del dirigente de Barracas Central, la causa que nuclea a todos en este mundillo es la vuelta del público a los estadios con casi el 60% de la población alcanzada por al menos una dosis de la vacuna. 

Tras todo este introito, el anticipo revelado a PolíticaYMedios desde funcionarios cercanos al jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, y luego de un cruce de informaciones dada entre directivos que asistieron a la asunción de los nuevos ministros de Desarrollo Social, Juan Zabaleta, y de Defensa, Jorge Taiana, consiste en que internamente el Gobierno Nacional tiene decidido que, inmediatamente después del fin de semana del 12 de septiembre en el que se celebrarán las Elecciones Legislativas Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias, las hinchadas de los distintos equipos de la Liga Profesional del Fútbol Argentino podrán volver a alentar a sus equipos en cada uno de los estadios. 

En efecto, esta oficialización llegará en los próximos días desde el Ejecutivo Nacional, ya que entre los dirigentes políticos que intersectan en la Jefatura de Gabinete de Ministros de la Nación están en constante articulación con el ministro de Deportes y Turismo y expresidente de San Lorenzo de Almagro, Matías Lammens, quien está próximo de los directivos de los clubes grandes del Área Metropolitana de Buenos Aires y del Interior. 

Inclusive, el adelanto al cual accedió PyM es que, tras discusiones dadas en reuniones realizadas en la Casa Rosada y la sede de la AFA en calle Viamonte de la Ciudad de Buenos Aires, los dirigentes de los clubes exigieron la vuelta del público a los estadios no podía ser con menos del 50% del aforo del público, lo que significa un 20% más de lo estipulado en la tercera etapa de flexibilización del distanciamiento que anunció la titular de la cartera sanitaria Carla Vizzotti. De hecho, este período se verá acelerado para incentivar el humor social en lo que, conforme las encuestas, será un triunfo ajustado de la coalición gubernamental del Frente de Todos frente a la alianza de Juntos en la Provincia de Buenos Aires.

Esta disputa entre los protocolos epidemiológicos que defendió a ultranza la ministra de Salud de la Nación se vieron menguados ante el acogotamiento financiero de clubes tales como San Lorenzo de Almagro (que debe salarios de futbolistas de su plantilla principal), River Plate (que no abonó transferencias de futbolistas) o Independiente (en medio de una refinanciación), los cuales exigieron que el aforo suba del 30% impuesto para lograr una mayor recaudación de los abonados y el expendio de entradas con vistas hacia el usufructo de la totalidad de las capacidades de los estadios que llegará a final del año, cuando se extinga el torneo en curso. 

Sin embargo, un debate que sigue pendiente es el del público visitante ya que, tras la mediación desde el ejecutivo se logrará la vuelta del público a los estadios pero creen que, más allá del movimiento económico que causará en términos de la seguridad pública, es esto mismo lo que se pone en riesgo a semanas de la celebración de las PASO y con las Generales del 14 de noviembre en agenda.