
El segundo semestre de 2021 pone de manifiesto una serie de acontecimientos que van a ser fundamentales para el devenir del Frente de Todos; donde el avance y la masificación del programa de vacunación contra la COVID-19, el posible acuerdo con el FMI y las elecciones legislativas nacionales, edifican el tridente sobre el que las decisiones políticas buscan alinearse.
Ahora bien, en medio de este contexto, la actual situación económica de nuestro país se muestra como uno de los puntos más débiles del oficialismo. Es que la continuidad en la caída del poder adquisitivo, el incremento de los precios de los principales bienes de consumo y los efectos colaterales que esto genera sobre la pobreza y la indigencia, marcan un escenario cargado de tensiones sociales.
En una entrevista exclusiva con PolíticayMedios, el economista y exasesor de presidencia del Banco Central; Juan Valerdi, expone algunos argumentos interesantes para analizar la confrontación entre el Gobierno nacional y la influencia del poder económico que limita las intenciones propuestas desde Casa Rosada.
- Estamos a un paso del cierre de listas para las elecciones legislativas 2021. Lo que se percibe es que este proceso electoral de medio término, va a funcionar como testeo sobre la gestión del Frente de Todos. Teniendo en cuenta esto ¿Cómo observas el actual escenario económico de nuestro país?
- La verdad es que la coyuntura económica de 2021, es extremadamente complicada por varias razones.
Primero, porque durante los cuatro años del macrismo se llevó a cabo una destrucción de la acumulación que un buen porcentaje de la sociedad había logrado bajo el kirchnerismo; donde por ejemplo, el salario por muchos años le ganó a la inflación y marcó un crecimiento desde el 2003 hasta el 2015.
Entonces, la gravedad del Gobierno de Macri fue moderada por esa acumulación que se había logrado previamente; pero a su vez, hoy vemos que aquel proceso neoliberal termina siendo la causa directa de que el impacto de la pandemia sea mucho más profundo. Es decir, sobre llovido, mojado.
En segundo lugar, vemos que el actual Gobierno tiene prioridades diferentes a las del macrismo. Se nota que las necesidades de la gente están en los primeros planos, pero lo que le falta es ir un poco más a fondo, patear el tablero en algunas cuestiones y no ser tan gentil y cuidadoso en sus decisiones.
- ¿No crees que parte de esa cautela en la toma de decisiones del oficialismo esté condicionada por una correlación de fuerzas, en donde la injerencia de ciertos jugadores del poder económico, muchas veces las limita o anula?
- Si, totalmente. Pero la única forma de levantar el país económicamente y generar un despegue en serio, es construyendo una correlación de fuerzas por medio del diseño de un proyecto de país que tenga el debate con los movimientos sociales, un sector del sindicalismo y con las PYMES. Pero, sobre todo, poniéndoles las nuevas reglas del juego a las empresas de energía, a las organizaciones monopólicas y oligopólicas de alimentos, y a las multinacionales relacionadas con cualquier sector que tenga implicancias en el desarrollo.
Si el Gobierno nacional no debate esto profundamente y consigue apoyo para su implementación, difícilmente logremos dar ese despegue y lo único que vamos a hacer es patear los problemas para adelante, como vemos que pasa hoy con la deuda acumulada.
- Uno de los principales problemas que tiene el Frente de Todos en materia económica está en el control de la inflación. A partir de ello se abre un debate entre múltiples economistas con diferentes miradas sobre las causas de la suba de precios. ¿Cuál es tu opinión sobre esta problemática inflacionaria?
- Mirá, mercenarios comunicacionales que hablan de economía y se la pasan diciendo que la emisión monetaria es lo que genera inflación, siempre hubo y van a seguir teniendo lugar en los medios de comunicación.
Sin embargo, el contraejemplo más destacado es que con Macri hubo emisión cero durante su último año en el poder, pero se termina yendo con una inflación del 53%.
Otra de las mentiras que vengo desmantelando con publicaciones de artículos propios, es lo que se dio a conocer en el informe Doing Business, del Banco Mundial. Allí se plantea que Argentina acumula mucha inflación porque tiene los impuestos más altos del mundo, y eso es una farsa inmensa; porque nuestro país está en el puesto 35, por debajo de Uruguay y Brasil.
- Entonces, ¿cómo se comprende la suba del precio de la canasta básica?
- Los precios suben porque los dejan y van a seguir subiendo hasta que le pongan el cascabel al gato. Digamos, con el pacto de caballeros, con buenas maneras y gentilezas no logras limitar la ganancia que los empresarios consiguen a costa del salario de la gente. Y si no recuperás el poder adquisitivo, difícilmente recuperes la economía argentina.
Por lo cual, para controlar el precio de la canasta básica que define pobreza e indigencia, no tenes otra solución que intervenir en empresas. Hay que poner a todos los organismos del Estado, como la AFIP, el Banco Central y la Unidad de Información Financiera a controlar a los cinco grupos económicos formadores de precios de los principales bienes de consumo.
Cuando empezas a hacerlo, los demás se alinean rápidamente, logras una reactivación económica y evitas un problema social grave.
- Está bien, pero tenemos un caso reciente, que es cuando el Gobierno quiso ir a fondo con “la expropiación” de Vicentin. Ahí rápidamente hubo una reacción social adversa que generó un retroceso de aquella decisión oficial.
- Claro, pero Vicentin es la muestra perfecta de lo que no hay que hacer. Sacar una medida de este tipo, sin comunicar nada antes ni algo concreto después, y encima guiarte de la reacción de la sociedad por los medios masivos de comunicación y por las ollas de Recoleta y Palermo.
La construcción de la Argentina no puede tener como parámetro social a ese sector que es minúsculo y absolutamente irrelevante desde el punto de vista del poder político real.
Quiero decir, para llevar adelante una propuesta como la de Vicentin, primero tenes que explicar el por qué es necesario, comunicar las consecuencias económicas que puede generar esta medida y dar ejemplos de cómo las triangulaciones y la evasión de impuestos genera una mayor carga tributaria sobre la clase media y termina en menores beneficios sociales para el segmento de la población más vulnerado.
- ¿Crees que la comunicación del Gobierno no está funcionando adecuadamente?
- Totalmente. Hace una muy mala comunicación. En parte, porque le da cientos de millones de pesos de pauta a los que comunican exactamente lo opuesto de lo que quisiera dar a conocer el Gobierno. Por eso, hay que construir una comunicación de verdad, en base al debate y el consenso interno sobre qué modelo de país queremos.
Algo viable, no con manotazos de ahogado. Como te planteaba antes, con un programa que permita a las PYMES, movimientos sociales y sindicatos encuadrarse dentro de un proyecto estable y que además sirva para que la gente sepa detrás de que ideas se está encolumnando.
- Por último, hay cierto consenso entre algunos analistas económicos de que va a haber una importante devaluación luego de las elecciones legislativas 2021 ¿Qué opinión tenés al respecto?
- Hace varios meses que vengo diciendo que, si alguien piensa que el dólar iba a quedar planchadito hasta las elecciones, es porque no entiende nada. Sin embargo, el verdadero peligro está en publicar constantemente el precio del dólar ilegal, como es el caso del dólar blue.
Restarle difusión a ese dólar informal, obviamente no resuelve el problema, pero le quita el poder de fuego a un mecanismo de extorsión que no sólo apunta contra el Gobierno, sino también contra la mayoría de la población.
Ahora, para lograr el objetivo principal -que es que el dólar no se dispare- lo primero que tenés que hacer es tener un plan económico y no decir que no te interesa o no es importante; porque solo es posible frenar una devaluación tomando medidas de fondo contra los mismos actores económicos y financieros que te están extorsionando.