El Gobierno apura el engrosamiento de los ingresos de cara a las legislativas - Política y Medios
29-03-2024 - Edición Nº5901

ECONOMÍA

El Gobierno apura el engrosamiento de los ingresos de cara a las legislativas

Con el acelerado avance de la vacunación, desde la Casa Rosada buscan acercarse a la promesa de salarios que derroten a la inflación.

A poco más de dos meses de las elecciones intermedias Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO), y con una campaña de vacunación relativamente encaminada, los esfuerzos del Frente de Todos se vienen enfocando en el problemático objetivo de que los ingresos se encuentren por encima de la inflación.

Tras más de un año y medio de una gestión sin grandes logros para exhibir, minada por una pandemia cuyas consecuencias aún no se divisan por completo y una crítica situación de deuda externa, el Gobierno se apresura a cumplir con las promesas de campaña.

“Empezando por los de abajo para llegar a todos”, repitió en reiteradas ocasiones Alberto Fernández, sobre todo en sus primeros meses de gestión. Con el correr del tiempo, la prevención de un colapso ocasionado por el Sars-CoV-2 acaparó la atención, aunque no cambió las prioridades.

Es en este sentido que, más allá de ciertos guiños para la siempre reticente clase media -como la Reforma del Impuesto a las Ganancias o del régimen de Monotributo-, y la capitalización de la inmunización contra el Covid-19 -que reviste cierta universalidad en su público objetivo-; desde la Casa Rosada se apuran a acomodar los ingresos de aquellos sectores que más lo requieren.

Ya sin un Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) como el año pasado ante el parate total, y ante una dinámica inflacionaria que en un semestre arrima a la cifra estipulada para todo el año en el presupuesto, el ministro de Desarrollo Social, Daniel Arroyo, anunció que se adelantará el aumento del salario mínimo a septiembre.

De esta manera, se alcanzará el 35% de incremento cinco meses antes de lo que había sido votado en el Consejo del Salario. Los cuatro aumentos que restaban efectivizar hasta diciembre, serán efectuados en julio (9%), agosto (4%) y septiembre (5%), mes en el cual el salario mínimo se ubicará en $29.160.

En tanto, a partir de ese mes se reabrirán los debates en torno a los nuevos ajustes -que repercuten en las jubilaciones y planes como Potenciar Trabajo y Progresar- de acuerdo a la tendencia que venga presentando la inflación.

Semanas atrás, el ministro de Economía, Martín Guzmán, reconoció que la inflación de los primeros meses del 2021 había presentado cifras altas, que echaron por tierra las especulaciones volcadas en el presupuesto, confeccionado en septiembre de 2020.

Sin embargo, el funcionario -de ardua labor en las negociaciones con organismos internacionales de crédito y líderes mundiales en la materia- advirtió que desde marzo el incremento del Índice de Precios al Consumidos (IPC) comenzaría a mostrar una tendencia decreciente. Si bien, por el momento, no ha habido una depresión marcada de la dinámica inflacionaria, la consideración de Guzmán se viene cumpliendo con una baja que se viene sosteniendo mes a mes.

[Una inyección aliviadora: bono para AUH y medio aguinaldo para Potenciar Trabajo]

Desde la Administración Nacional de Seguridad Social (Anses), volverán a otorgar un plus a los titulares de Asignación Universal por Hijo (AUH), que será de $7.083 por hijo o hija.

Podrán cobrarlo aquellos beneficiarios que presentaron la Declaración Jurada (DDJJ) en Anses hasta el mes de mayo y que hayan cobrado cada uno de los doce meses del programa durante el 2020.

Los pagos se acreditarán entre el 8 y el 22 de julio, y luego continuarán para quienes vayan presentando la DD JJ (el documento que se presenta para poder cobrar el 20% retenido de cada mes).

La inversión del organismo que encabeza Fernanda Raverta sera de $6.583 millones, y beneficiaría a más de 880.000 niños, niñas y adolescentes alcanzados por esta política previsional.

La titular de Anses, Fernanda Raverta.

En tanto, para los beneficiarios del plan Potenciar Trabajo (uno de los ‘caballitos de batalla’ del Gobierno, que busca estimular la integración al mercado laboral), se destinará el próximo jueves 15 de julio un bono de $6.000 en concepto de medio aguinaldo.

Además, este martes se informó que comenzará a cobrarse el bono de $6.500 mensuales para el personal de salud anunciado por Alberto Fernández a mediados de abril. Será percibido durante los próximos tres meses, y abarcará una mayor población que el abonado en octubre de 2020.

“Hemos incluido a 100 mil trabajadores más de aquellos que lo cobraban en octubre de 2020, con lo cual se aumenta un 15 por ciento la cantidad de personas que van a recibirlo y sumarán en total 740 mil personas del sistema de salud”, había expresado en su momento el mandatario en un acto realizado en el Museo del Bicentenario.

[Aumentar la gestión y bajarse del ‘palo por palo’]

De cara a las próximas elecciones, la incertidumbre es regla. Entre las pocas precisiones que se pueden aventurar, a poco más de dos semanas de la presentación de listas, es que las caras visibles del oficialismo en la campaña no serán tanto los precandidatos como las figuras abocadas a la gestión: Alberto Fernández, Axel Kicillof, entre otros.

A pesar de una primera mitad de gestión discreta y signada por dificultades de alta envergadura, el panorama no es tan sombrío si se observa la profunda interna y el choque de egos que atraviesa a Juntos por el Cambio.

Con la habilitación de vacunas de a millones por semana y aplicaciones récord que se superan día a día en distritos como la provincia de Buenos Aires, varios de los principales argumentos discursivos opositores de los últimos meses perdieron contundencia.

Este terreno sin dudas que será explorado por el Frente de Todos para capitalizar la acelerada inmunización, tras las críticas sistemáticas y diversas desde el minuto 1.

La comunicación del avance en la inmunización contra el Covid-19 se vive día a día.

Sin embargo, en Casa Rosada quedaba claro que era un logro más que insuficiente y que, como desde siempre, la verdadera madre de todas las batallas en los comicios se juega en los bolsillos de la mayoría.

En ese escenario, el incremento del salario mínimo, vital y móvil, sumado a la inyección sobre los segmentos sociales que la vienen peleando para no caerse de la clase media y a los más vulnerables, se caían de maduros.

Receta que deberá ser cuidadosamente complementada sosteniendo la tendencia a la contención inflacionaria, para lo cual será clave evitar las habituales corridas cambiarias pre electorales que presionan el valor del peso y desequilibran la macroeconomía.

Por lo pronto, la sensación es que el oficialismo optó por bajarle el tono a la discusión pública y dejar que Juntos por el Cambio desande sus resonantes conflictos internos.

En cambio, el Gobierno encaró una apuesta mucho más sensata: ofrecer al electorado razones para reeditar la confianza que no necesitan ser explicadas, sino que son perceptibles, asequibles. Ubicar la reactivación económica post pandemia, la victoria del salario sobre la inflación y la percepción de un mejor estilo de vida, al menos, en el horizonte.

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