
El presidente de la sala IV de la Cámara de Casación, Mariano Hernán Borinsky, firmó un proveído en el cual ordena que se suspenda la orden que la propia Casación había dado para que la causa denominada como “Espionaje M” pase del juzgado de Lomas de Zamora a Comodoro Py.
La decisión había sido duramente cuestionada, debido a las reiteradas denuncias del estrecho vínculo del Juzgado Federal porteño con la administración del ex presidente, Mauricio Macri.
Además, Borinsky evaluó que las condiciones están dadas para comenzar a tratar el recurso que interpuso el abogado de Cristina Fernández de Kirchner, Carlos Alberto Beraldi, para llevar el caso a la Corte Suprema.
En consecuencia, la causa volverá en principio a Lomas de Zamora, y la Cámara Federal deberá entregar el expediente para que se verifique si se elevará al máximo tribunal.
Con esta decisión, ni la jueza María Eugenia Capuchetti, ni el fiscal Carlos Stornelli tendrán acceso a la causa. Recordemos que este último, de estrecha relación con el Gobierno precedente, se encuentra procesado por otra causa de espionaje ilegal en el juzgado de Dolores.
Este martes, el ex juez federal, Rodolfo Canicoba Corral, había criticado de manera categórica el traslado de la causa por espionaje ilegal.
“Me pregunto cuál sería la razón de llevar la investigación de espionaje ilegal a Comodoro Py cuando la investigación del juez Augé era impecable”, cuestionó el ex magistrado en declaraciones a El Destape Radio.
Además, había agregado que la designación de Stornelli podía ser recusada y aseveró: “quieren llevar la investigación de espionaje a Comodoro Py para tener alguien menos inquisitivo que el juez Augé”.
En esa misma línea, Canicoba Corral evaluó que “no pareciera que el peronismo hubiera ganado las elecciones”, asegurando que “no se ha podido desarmar ninguno de esos grupos o fuerzas de tareas dentro de la justicia, y también fuera de la justicia, que de alguna manera trabajaron con el Gobierno de Macri”.
Al respecto, aseguró que durante la gestión de Cambiemos “había una presión de los medios, y estaba claro”, expresando: “No hacía falta que vinieran funcionarios del Gobierno a decirte 'resuelva el tema del Correo así'. Se sabía, por decirlo de alguna manera, por qué venían los palos y cómo había que resolver”.
Entre sus duras declaraciones, explicó que eran cuestiones que estaban “implícitas en la forma de operar”, detalló que “los medios castigaban a quien no resolvía como todos sabíamos que había que resolver”, y sentenció: “Había esta operación conjunta entre medios, algunos jueces y funcionarios de Gobierno, esas son las tres patas de la mesa”.
Y si se habla de una “mesa”, menos recientes pero no menos graves fueron las declaraciones de una de las artífices de la coalición Cambiemos, Elisa Carrió.
A fines de enero, la ex diputada nacional de la Coalición Cívica por la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, aseguró a TN que “hubo errores del anterior Gobierno, que en vez de sanear realmente la Justicia hizo determinados acuerdos”.
En aquel momento, se refería al retorno del juez Eduardo Farah a la Cámara Federal de la Ciudad de Buenos Aires, de la cual se había ido en 2018 ante presiones del macrismo.
Al opinar sobre el tema, llamativamente admitió la existencia de la famosa “mesa judicial”, ampliamente denunciada desde el entonces opositor peronismo.
¿Sabés lo que es el #Lawfare? #Carrió te lo explica, cortita y al pie: la co-fundadora de #Cambiemos confirma que el gobierno #macrista creó una mesa judicial para manipular la #Justicia. Lo denunciamos hace un año, presentamos decenas de pruebas, pero a confesión de parte... pic.twitter.com/nOus1IreFU
— Martin Soria (@SoriaEnAccion) February 2, 2021
“Al juez Farah había que destituirlo y hacerle juicio político por la decisión que tuvo con Cristóbal López. ¿Qué hizo Juntos por el Cambio, qué hizo la mesa judicial? Negoció a través de Javier Fernández que vaya a otro juzgado, y entonces ahora puede volver”, cuestionó con impericia la histórica dirigente.
Aunque interpretar que una figura con la trayectoria de Carrió, no sólo política, sino también mediática, pueda admitir una grave transgresión institucional ante un medio masivo de comunicación por equivocación suena a ingenuidad.
De hecho, es de público conocimiento que la fundadora de la Coalición Cívica se encontraba “enojada” con el ex presidente en aquel momento, y además había mostrado acercamientos a Horacio Rodríguez Larreta, en su carrera al liderazgo de Juntos por el Cambio de cara a 2023.
Lo cierto es que la ambición de Macri de recuperar una posición de liderazgo entre la oposición comienza a encontrar obstáculos en diferentes testimonios que dan fe de serias irregularidades durante su mandato, en particular en la opaca relación que mantenía con sectores de la justicia y de los oligopolios mediáticos.
La suspensión del traslado a Comodoro Py, a manos de viejos conocidos, de una de las causas más graves que enfrenta el ex presidente, parece alejar la posibilidad de una rápida desestimación, y acercarlo a una investigación más rigurosa.
Es posible que, a más de un año de la derrota electoral, y en pleno desarrollo de nuevos líderes incluso en su propio espacio político, comience a advertirse en los pasillos de los tribunales la acefalía de esa mesa de tres patas que describió Canicoba Corral.