“Los Centros de Referencia (CDR) son los ojos y oídos del Ministerio (de Desarrollo) en todo el territorio nacional”, compartió en una entrevista en octubre pasado la directora nacional de Gestión de Centros de Referencia, Mariela González Cendra.
Lo cierto es que los CDR están en todas las provincias del país a través de uno o más espacios en los que están representadas todas las Secretarías y programas del Ministerio de Desarrollo con la tarea que realizan sus trabajadores y trabajadoras.
En ese sentido, en medio de una crítica situación social de la provincia de Chubut, agudizada desde la llegada de la pandemia, el gobernador Mariano Arcioni mantiene vacante el puesto de director provincial y sostiene el desguace de la gestión de Mauricio Macri, quien suprimió e hizo desaparecer todo este fino entramado social que venían desarrollando anteriormente los CDR.
De tal modo, estos organismos podrían accionar paliando la conflictuada coyuntura social que tiene a docentes reclamando por sus sueldos adeudados, a empleados sumidos en la informalidad (el 25% de los chubutenses hace labores no remunerativas), un déficit fiscal gigantesco y una coparticipación no restituida después de los decretazos del macrismo que inclinaron el país hacia la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
El gobernador chubutense, Mariano Arcioni.
La Provincia del Chubut también enfrenta, particularmente, la volatilidad de los precios del petróleo lo que afecta a la recaudación regional tanto o más que la inflación y/o el tipo de cambio.
Coexisten, además, otro conjunto de problemas, como la desocupación en los jóvenes; el nivel educativo de ocupados y desocupados; la pobreza; la escasez de créditos hipotecarios y su consecuente alto porcentajes de inquilinos; la baja creación de empresas; los altos costos de la pymes y demás, ante lo cual los CDR otorgan la pata territorial a fin de disponer asesoramiento y trabajo articulado con el Estado nacional.
Con respecto al empleo no registrado, no deja de ser un gran problema que al menos 2 de cada 10 asalariados no tengan descuentos jubilatorios. Por ejemplo, en el aglomerado Rawson-Trelew la tasa es del 18%, mientras que en Comodoro Rivadavia es del 16%, según datos del INDEC.
Además a este porcentaje hay que sumarle una porción del 25% de los trabajadores que no son asalariados y tampoco pueden realizar aportes jubilatorios ni cuentan con obra social.
Ante este panorama cíclicamente problemático, en el Municipio de Puerto Madryn ya tomaron nota.
Por caso, el intendente, Gustavo Sastre, junto a referente social local, Fernando Martínez, desarrollaron un encuentro virtual con los integrantes de once merenderos que se encuentran ubicados en distintos barrios de la ciudad a los efectos de coordinar una agenda de trabajo que accione en respuesta a la realidad, que golpea profundamente a los chubutenses.
Gustavo Sastre junto a Fernando José Martínez, secretario general del MUP Chubut
La labor conjunta se lleva a cabo desde la misma asunción del actual ejecutivo, que es quien planifica y resuelve situaciones sociales de necesidades básicas distribuyendo los recursos que aportan el Municipio y el Movimiento de Unidad Popular (organización que regionalmente encabeza el mencionado dirigente).
En esa línea, desde el comienzo de la pandemia, la asistencia diaria a los vecinos de la localidad no cesó y se sostiene ante la variación de contagios y el azote de la crisis.