
Este jueves por la mañana, el ex mandatario y referente de Juntos por el Cambio, Mauricio Macri, hizo su reaparición en la discusión pública con un polémico comunicado, donde aseguró que abrir las escuelas no representa un gran riesgo epidemiológico, le pasó factura a los gremios docentes y terminó hablando de las libertades individuales.
Aunque no se muestra demasiado metido en ritmo de disputa política, el fundador del PRO tampoco parece terminar de conceder el liderazgo a otros referentes opositores. En esta ocasión, a través de su cuenta de Facebook, se mostró alarmado por la falta de “definiciones sobre la apertura de las escuelas”, a pesar de estar transitando recién la primera quincena de enero.
“Las autoridades del gobierno nacional insisten en condicionar el retorno a clases a la situación epidemiológica”, cuestionó el empresario, y agregó: “desde noviembre pasado la Organización Mundial de la Salud (OMS) defiende la necesidad de mantener las escuelas abiertas”.
Trotta aseguró este jueves que está trabajando con las provincias para el retorno a la presencialidad, y tildó a Macri de "cínico" y "especulador" por su pedido.
En esta línea, afirmó que “se ha comprobado que los niños y adolescentes no son vectores principales de contagio y tienen más probabilidades de contraer el virus fuera del entorno escolar que dentro”, e hizo referencia, también, a los “conocidos efectos secundarios que produce el confinamiento en su salud mental”.
A continuación, aseguró que “la inmensa mayoría de los argentinos esperamos esta noticia” y argumentó: “todo está permitido, excepto el ingreso de nuestros chicos a las aulas”.
En línea con esto, evaluó que el “orden de prioridades debe ser revertido” para la construcción de “un futuro próspero y con oportunidades” para los más jóvenes y advirtió: “Vamos a perder el potencial de una generación de jóvenes si las aulas siguen vacías”.
Macri mencionó como ejemplo a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, indicando que “demostró que es posible abrir las escuelas”, y pidió que la provincia homónima siga este “camino”.
Cabe recordar que Horacio Rodríguez Larreta, en un intento de canalizar estos pedidos y enviar un mensaje político al respecto, el 13 de octubre se lanzó a abrir determinados establecimientos, exhibiendo un alto grado de improvisación y debiendo dar marcha atrás en muchas ocasiones.
En el primer día de ‘retorno a las aulas’, paradójicamente, niños y adolescentes se sentaron en los patios por protocolos de prevención, en algunos establecimientos, rodeados de cámaras y micrófonos. El sol, que pegaba fuerte, obligó a las autoridades a salir a comprar sombrillas para mitigar el asedio que sufrían los estudiantes en uno de los colegios.
Pero esto no fue todo: diez días después, el 23 de octubre, la Escuela Técnica N° 15 registró el caso positivo de Covid-19 de un trabajador de limpieza. La escuela debió volver a cerrar y debió aislarse a quienes habían asistido, advirtiendo que la cuestión no era tan simple como poner la voluntad de abrir, y ya.
En esa ocasión, la secretaria general de Unión de Trabajadores de la Educación (UTE), Angélica Graciano, cruzó a las autoridades porteñas: “Pasó lo que sabíamos que iba a pasar: una persona que fue a trabajar a la Escuela Técnica 15 tuvo coronavirus y hubo que cerrarla y aislar al resto”.
En lo que respecta a los docentes, el expresidente se deshizo en elogios, calificándolos como “héroes sin capa” y valorando “su compromiso y vocación” para “continuar con los aprendizajes a pesar de las distancias y de las dificultades.
Sin embargo, tras apoyarse en padres y madres con los que ha “conversado en estos últimos meses” y que le manifestaron que “desean que sus hijos vuelvan a la escuela”, aprovechó a atacar a los representantes sindicales de los profesionales de la enseñanza.
“No dejemos que el debate sobre la educación continúe monopolizado por los líderes gremiales que durante los cuatro años de nuestro gobierno han dejado a los chicos sin clases por ‘luchas’ que ahora parecieron abandonar”, disparó Macri.
Además, los acusó de haberse “convertido en portavoces de las excusas del gobierno y no han sido capaces de disimular que sus intereses políticos son los que guían sus acciones”.
Los líderes gremiales, fuertemente criticados por Mauricio Macri.
El contraste entre la opinión del referente del PRO y las políticas públicas que llevó adelante cuando se encontraba al frente del país no pasó inadvertido.
Muchos usuarios de Facebook le recordaron los recortes ejecutados en el presupuesto educativo en general, y en la provincia de Buenos Aires en particular, donde los establecimientos sufrieron un fuerte deterioro. Por no mencionar la brutal caída del poder adquisitivo de los docentes durante su mandato, en sintonía con la del grueso de los trabajadores.
Hacia el final, hizo uso del caballito de batalla de la oposición en los últimos meses, insertando “el debate sobre libertades individuales e intervención del Estado”, y evaluó: “el péndulo se movió hacia uno que limita al ciudadano en su movilidad, pero también en derechos universales como el acceso a la educación”.
En esa misma línea, culminó con “la esperanza de que juntos recuperaremos nuestros derechos individuales frenando a un Estado que busca hacer del control temporal algo permanente”.