
El intendente de Tandil, Miguel Ángel Lunghi, realizó declaraciones subidas de tono en las últimas horas, tras conocerse el último parte epidemiológico, que reporta 138 nuevos casos positivos de Covid-19.
De esta manera, desde el inicio de la pandemia, el municipio bonaerense se acerca a los 3 mil contagios desde el inicio del brote, y el sistema sanitario se encuentra altamente exigido, cerca del temido colapso que busca evitarse en todos los distritos.
En este marco, el jefe comunal cuestionó a la comunidad tandilense: “¿Qué les cuesta ponerse un barbijo y mantener la distancia social? No seamos estúpidos, debemos cuidarnos”.
El intendente junto a trabajadores municipales.
A continuación, reconoció que “los más jóvenes están cansados, y eso yo no lo discuto, pero tiene que haber responsabilidad. Les pido por favor que salgan lo menos posible”.
El dirigente de la Unión Cívica Radical, que hace poco más de un mes fue objeto de polémicas por desafiar el sistema de fases de la provincia, apuntó a las franjas etarias más jóvenes, que son quienes más se contagian.
"El 81% de los infectados son menores de 58 años, que no tienen problemas, pero hacen circular el virus y terminan enfermando a las personas mayores”, aseveró Lunghi. En este sentido, explicó: “es donde tenemos la mayor cantidad de muertos, que asciende a 36 y hasta ahora no hay vacunas”.
A pesar de que recientemente el municipio bajó al Estadío Rojo desde el pasado miércoles, debido a la alta circulación del coronavirus, la mayoría de las actividades económicas continúan funcionando, ya que desde la comuna consideran que “no se puede dejar de trabajar”.
Es por esto que se habló de un Estadío “Naranja”, aunque el intendente reconoció que no le va a “temblar el pulso” para volver a una fase restrictiva, de aproximarse un colapso del sistema de salud.
El último parte epidemiológico de Tandil.
“Estamos preocupados y con dificultades porque el virus creció mucho y hay mucha falta de responsabilidad social, un relajamiento de la gente que sale sin barbijo y organiza reuniones sociales clandestinas, por eso, decidimos ir a un rojo sin trabar la actividad económica”, evaluó el mandatario radical.
En consonancia con lo expresado por diferentes dirigentes, Lunghi señaló que es imposible controlar lo que hace cada ciudadano. Por esto el enérgico pedido de prudencia a los tandilenses.
A principios de septiembre, el alcalde de Tandil anunció que su distrito abandonaba el sistema de fases establecido por la administración provincial, desatando una gran polémica. En ese momento, desde el jefe de Gabinete, Carlos Bianco, hasta el ministro de Salud, Daniel Gollán, pasando por la ministra de Gobierno, Teresa García, criticaron la medida.
Bianco ironizó al respecto en una de las conferencias de prensa sobre el estado de situación epidemiológico de la provincia, señalando que “pareciera la república separatista de Tandil”.
En ese marco, interpeló al intendente opositor a “reflexionar” y “dar marcha atrás” con la decisión. Además, advirtió que, de seguir adelante, estaría “desobedeciendo decretos nacionales y provinciales”.
La decisión de Lunghi no cayó bien en la cúpula del Gobierno provincial.
Como consecuencia, la provincia no dirigió a Tandil el presupuesto correspondiente al Fondo de Reactivación de Turismo, lo cual generó amplio repudio en el radicalismo, y en las filas de Juntos por el Cambio en general.
A partir de la actitud de Lunghi, varios intendentes de la oposición comenzaron a avanzar en un incremento de autonomía municipal respecto de las restricciones. Tales fueron los casos de municipios como La Plata o San Isidro, donde la actividad comercial y gastronómica se reactivó varias semanas antes de que lo habilitara el gobernador, Axel Kicillof.
La tendencia de la circulación del Sars-CoV2 en Tandil indica que, por ahora, el desacato municipal no viene rindiendo sus frutos.