El caso de Jorge Benítez expone una cuenta pendiente: “Sería un avance increíble que se aplique la Ley de Prevención del Suicidio” - Política y Medios
28-03-2024 - Edición Nº5900

ENTREVISTA

El caso de Jorge Benítez expone una cuenta pendiente: “Sería un avance increíble que se aplique la Ley de Prevención del Suicidio”

En exclusiva para PolítcaYMedios, una entrevista a Marcela Ojea, coautora del libro “Hablemos del Suicidio”. El fatal desenlace del caso del médico platense desaparecido pone en el centro de la escena la necesidad de reglamentar la Ley, aprobada en 2015.

Hablemos del Suicidio fue lanzado a principios del mes pasado, días antes del 10 de septiembre, cuando se conmemora el Día Mundial de la prevención del Suicidio. Poco más de un mes después, el caso de Jorge Germán Benítez conmocionó a la comunidad platense, incluido el arco político.

En este marco, Marcela Ojea, periodista y co-autora del libro junto al colega, Fernando Tocho, encabeza una campaña para trabajar en pos de la reglamentación y el financiamiento de la Ley de Prevención del Suicidio, vigente a nivel nacional y con adhesión provincial, pero cuya financiación viene siendo postergada.

“Esto me pegó mucho. Con ‘Fer’ a Jorge lo conocíamos, sabíamos qué clase de profesional era, lo que hacía, lo comprometido que estaba”, cuenta Marcela en medio de la conversación. La movilización es doble: la problemática que viene trabajando hace años y una víctima conocida, estimada.

El día que encontraron el cuerpo, desde Julio Garro hasta concejales de diferentes fuerzas políticas manifestaron su pesar y condolencias a familiares y allegados. A través de Twitter, nuestra entrevistada los interpeló para presionar por la reglamentación y la financiación de la Ley, en un contexto donde el abordaje es urgente.

La solicitud de Marcela Ojea a Julio Garro.

[Entrevista]

- Le solicitaste al intendente, como a varios concejales, trabajar para reglamentar la Ley de Prevención del Suicidio ¿Desde cuando está vigente?

- La Ley nacional se sancionó en 2015, y la provincia (Buenos Aires) adhirió 2 años más tarde, en 2017. Así que la etapa legislativa está concluida, se necesita la voluntad política de aplicarla. Hasta el momento no ha habido ninguna iniciativa de ninguna de las gestiones.

De todas maneras, desde el 10 de diciembre se ven algunas cosas. El 10 de septiembre, justamente el Día Mundial de la Prevención del Suicidio, desde el Servicio Penitenciario se encaró un plan de contingencia de prevención del suicidio en las cárceles bonaerenses, que ya arrancó. Se inició a raíz de un caso en la Unidad 9. Pero falta mucho, por ahora la Ley sigue sin reglamentarse.

- ¿A quién le correspondería esta aplicación? ¿Es de competencia nacional, provincial?

- La aplicación le corresponde al Ministerio de Salud nacional, por un lado, y después al Ministerio provincial, por el otro. Cada jurisdicción tiene su Ley: la 27.130 es la Nacional, y la 14.991 es la provincial.

- ¿Cuáles serían las implicancias más importantes de la Ley?

- Es una Ley que está muy buena. Fue elaborada por el Centro de Asistencia al suicida, una ONG de la Ciudad de Buenos Aires, que trabaja hace alrededor de 50 años en el tema. Unos adelantados realmente. Después fue presentada por un legislador, pero ellos fueron quienes la redactaron. Esto es importante porque la escribió gente que sabe del tema.

Es una Ley que habla de prevención en colegios, lo cual es fundamental, en lugares de trabajo, en clubes. En este sentido, según la estadística mundial, el grueso de las personas que se suicidan corresponden a quienes entran en la etapa laboral, entre los 18 y los 35 años. Entonces, imaginate la necesidad de que se aborde el tema en esos espacios.

Es un momento de la vida muy conflictivo, con muchos desafíos, y más aún en una sociedad atravesada por una crisis económica muy fuerte como esta, en el país y en el mundo también.

También habla de tratamiento, que es clave. En Argentina una persona que intentó suicidarse entra en una guardia de urgencias, y la atiende un profesional que tiene que atender desde un herido por un accidente de tránsito, hasta un caso tan particular como un intento de suicidio.

Entonces, se trabaja sobre la capacitación de profesionales y los tratamientos que requiere una persona que llega a tomar esa decisión. De la articulación con obras sociales para cubrir esto, lo que sería la “posvención”: qué hacemos con eso que le pasó a la persona que trató de quitarse la vida. Afrontar todo el proceso que viene después.

En la posvención viene la parte de aceptar que tuviste este episodio, que puede volver si no es bien tratado. Donde también es muy importante la contención social.

El plan de contingencia de prevención del suicidio del Servicio Penitenciario ya se desarrolla.

- ¿Qué impactos directos o indirectos puede tener la reglamentación de la Ley?

- Hay que saber que la Ley no es la solución automática. Va a llevar un tiempo de aquí a que empiece a funcionar, pero cuando lo haga va a ser un avance increíble. Lleva un tiempo formar profesionales, y no sólo de salud. Lo mismo pasa con los comunicadores, por ejemplo, en cómo tratan estos casos

Sería fabuloso que la Ley se aplique porque el tema del suicidio es más frecuente de lo que uno cree, porque muchas personas que han intentado o que lo han pensado no lo comunican. Según la estadística, por cada persona que lo cuenta, entre 10 y 20 lo han pensado o intentado.

Hay que hablar, porque si no hablamos se vuelve una bola de nieve cada vez más grande. Al ser un tema que está tapado, no se sabe las implicancias de la problemática en la sociedad, pero si deja de ser tabú, si además tuviéramos las herramientas del Estado para apoyarnos, sería un cambio muy grande.

También sería importante la creación de un 0800 que funcione las 24 horas del día, los 7 días de la semana. Porque la línea 135, del Centro de Asistencia al Suicida, trabaja muy bien, pero es ad honorem. Entonces no tiene esa cobertura, están muy reducidos. Si tuviéramos una línea específica, con gente trabajando formada específicamente, sería otra cosa.

Según expertos, los suicidios son prevenibles en un 80% de los casos.

- En una de las respuestas a los concejales mencionaste una reunión con Julio Garro ¿Qué te transmitió la reunión con el intendente de la ciudad?

- Sí, Julio Garro nos recibió a mí y a “Fer” (Tocho) el pasado 10 de septiembre, por el día mundial de la prevención y la cercanía con el lanzamiento del libro. Nos recibió en su despacho, y nos dijo que estaba interesado y que iba a leer el libro.

También nos juntamos con el intendente de Berisso, Fabián Cagliardi, que nos recibió muy bien. Tuvimos una charla muy grata y nos dijo que iba a charlarlo con el gobernador, Axel Kicillof.

Realmente todos se muestran interesados, ¿Quién no lo va a hacer? Pero acá lo que necesitamos son acciones, que es lo que nos sirve para transformar la realidad que tenemos.

- ¿Están haciendo un seguimiento de cómo viene la problemática del suicidio durante la pandemia?

- Sí, hasta el momento los datos que tenemos relevados junto a “Fer”, con 31 personas desde el 20 de marzo hasta ahora, en el Gran La Plata. Esto por parte nuestra, que investigamos en La Plata, Berisso y Ensenada. Después lo cruzaremos con la información oficial del Ministerio y de procuración, y lo compararemos con los del año pasado

Después, un seguimiento de las tentativas es más difícil, porque no todas son registradas, pero se calcula un 400% más que los casos consumados.

Fernando Tocho y el gobernador, Axel Kicillof, que recibió el libro.

- Mencionaste en uno de los twits que, en La Plata, el suicidio es la tercera causa de muerte evitable ¿Cómo se encuentra respecto a las otras, y cuáles son?

- Mirá, durante el año 2018, que es el que tomamos como referencia para la realización del libro, en la región hubo 72 homicidios, 68 muertes por accidente de tránsito y 63 suicidios. Estamos hablando de que queda sólo 5 casos por debajo de los accidentes viales, y a 9 de asesinatos.

Por ejemplo, en ese lapso, hubo 11 femicidios, que es otra problemática de gravedad en  nuestra sociedad, y con un gran protagonismo en la actualidad. Bueno, hubo 68 suicidios, y sin embargo es un tema del que cuesta que se hable.

Hablarlo es muy importante. Hay que sacarlo, hablarlo con responsabilidad, y la situación va a mejorar. Por ahí alguien que está pasando por un momento complicado, con esas ideas, puede sentirse acompañado al ver que hay gente interesada por lo que le pasa, trabajando para mejorar eso.

Me gustaría ver qué pasa con los datos este año. Con la baja de los índices de las otras causas de muerte evitable. Creo que la información va a ser muy reveladora.

[La importancia de reconocer señales]

Una de las cuestiones más relevantes que resaltó Ojea es el carácter evitable de la mayoría (80%) de los suicidios. En esa línea, enfatizó en la importancia sustancial de reconocer los mensajes o señales que van expresando quienes se encuentran en ese proceso.

“Cuando una persona empieza a fantasear, entre comillas, con la idea del suicidio, no hay una única razón, son multiples. Puede ser familiar, económica, la frustración de proyecciones de vida, son muchos los elementos”, informó la periodista.

Al respecto, explicó: “Muchas veces las personas toman la decisión por una pelea con familiares o con la pareja, pero esa es la gota que rebalsó el vaso. Hay que estar muy atentos porque hay ciertas etapas generalmente”.

Imagen de la reunión de Ojea y Tocho con el intendente, Julio Garro, a quien también se le entregó el libro.

En este sentido, contó que durante las labores de producción de Hablemos del Suicidio, tenían los nombres de las personas que se habían suicidado en la región. A partir de allí, se indagó en los perfiles de redes sociales con los que pudieron dar, y aseguró: “en muchos casos habían mensajes muy claros”.

Ojea indicó que “pueden ser desde frases que publican, hasta imágenes que comparten”, y destacó la importancia de ser capaces de reconocer esas señales, así como en lo actitudinal, en nuestro entorno. “Una palabra de apoyo o de acompañamiento para una persona que pasa por ese momento, puede ser importantísimo”, afirmó.

En general, hay varias etapas que atraviesa la persona que llega a tomar esa decisión, y que pueden ser identificadas. En ese sentido, la responsabilidad social de las personas en la observación del entorno y la capacidad de reconocer estos signos, también pueden marcar una gran diferencia.

El proceso de avance político, en este sentido, también debe tener su correlación social en el desplazamiento del tema, del tabú al abordaje consciente. “Hay que hablar, con responsabilidad, pero sacarlo”, insiste Marcela. El silencio, una vez más, no es salud.

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