ENTRETELONES DE CASA ROSADA
En el gobierno comenzaron la semana con el mega acto en el que presentaron los resultados de la exitosa renegociación de la deuda privada y, por estas horas, lo terminan con un plan de seguridad para el Conurbano para calmar el malhumor social que no quieren alimentar cuando comienzan a mirar de reojo las elecciones del año que viene.
Justamente esa percepción es la que hizo recalibrar el discurso oficial sobre la toma de tierras que no sólo afecta no sólo a la Provincia sino también a zonas patagónicas como Villa Mascardi: El respaldo a la "doctrina Berni", que no deja dudas sobre el carácter delictivo de las maniobras, abrió grietas con los movimientos sociales que vienen reclamando que se cumpla la consigna papal de Techo, Tierra y Trabajo y, subterráneamente, mayor protagonismo en la reconstrucción post pandemia.
El escenario montado el lunes en Museo del Bicentenario en el que el presidente Alberto Fernández, ladeado por el ministro de Economía, Martín Guzmán, y la influyente vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, buscó mostrar el primer éxito del gobierno y la posibilidad de que las mejoras en las condiciones en la financiación empujen a empresas a tomar crédito y favorecer la reactivación. Esa misma estrategia se observó en actos sucesivos, como el del Día de la Industria, donde el jefe de estado anunció beneficios para empresas y PYMES.
Pero la realidad suele ser más compleja: en el oficialismo admiten que no será fácil salir de la recesión y que, antes que nada, apuestan a "la obra pública" como motor de una eventual recuperación. Esos interrogantes también explicarían la demora en la oficialización del plan de las "60 medidas" de la post pandemia que Fernández viene repitiendo desde hace un mes. El ministro Guzmán adeelantó que intentarán bajar el déficit en 2021, por lo que los recursos de la emisión se volverán finitos. "Acá tenemos que ver si destinamos la plata al nuevo IFE o financiar las cuotas sin interés", explica un colaborador de Santiago Cafiero haciendo referencia al relanzamiento del Ahora12, una de las iniciativas de aliento al consumo en danza.
Con todo, en el gobierno buscan entusiasmar hacia fuera con algunos datos sobre una leve recuperación de la actividad tras el duro descenso registrado en el primer cuatrimestre. El dilema económico convive con el sanitario: con un alza de contagios por COVID-19 que se desparrama hacia las provincias, en Casa Rosada ya avisan que podrían ajustar las condiciones del aislamiento (ASPO) antes del vencimiento de la actual etapa, el 20 de septiembre.
Las críticas hacia el alcalde porteño, Horacio Rodríguez Larreta, por las aperturas de actividades propiciadas en el distrito no cesan. El "amigo presidencial” no se salva de la grieta, más vigente que nunca, como se observó en el enfrentamiento registrado en la Cámara de Diputados entre el oficialismo y el bloque de Juntos por el Cambio por la continuidad de las sesiones virtuales. Hay negociaciones en marcha para volver a un esquema mixto de debate parlamentario, presencial y virtual, pero nada garantiza que lleguen a buen término. "La grieta es inevitable", reconoció un funcionario con despacho en Casa Rosada. Tampoco se sorprendió por los fuegos de artificio entre Sergio Berni y Fernando "Chino" Navarro, el referente del Movimiento Evita que tiene despacho en el 1ª piso del palacio presidencial, por la reiteración de tomas de terrenos en el GBA.
"Berni lo único que hizo fue darle visibilidad al Chino Navarro. Pero tiene razón, las usurpaciones no se pueden justificar. Aparte es un tema que sensibiliza a la clase media, electorado que no podemos descuidar", reflexionaba el mismo funcionario consultado.
Las acusaciones del ministro de Seguridad bonaerense, soldado de Cristina Kirchner, contra los dirigentes del Movimiento Evita por la supuesta instigación en las usurpaciones evidenciaron también las tensiones de esta organización social con dirigentes de La Cámpora, luego de los cruces registrados hace semanas por un predio ocupado en Quilmes, donde gobierna la camporista Mayra Mendoza.
En las últimas horas Juan Grabois (MTE) se mostró solidario con el Evita pese a las propias internas que viven los propios dirigentes sociales. Es que el amigo del Papa Francisco impulsa junto a sindicalistas, como Gerardo Martínez, su Plan de Desarrollo Humano que no sólo busca generar 4 millones de nuevos empleos. Consciente de la manda papal de Techo, Tierra y Trabajo, promueve la creación de "nuevas urbanizaciones" y viene presionando para la que la Aabe (ex Onabe) ceda tierras fiscales para familias sin vivienda. Por ahora, desde Jefatura de Gabinete no sólo no hay respuesta a esta demanda, sino que tampoco se han mostrado muy receptivos a una propuesta de difícil financiación en tiempos de bolsillos flacos.
Sí hubo respuesta al pedido de los intendentes del FdT del Conurbano, como Juan Zabaleta (Hurlingham) o Mariano Cascallares (Almirante Brown), que reclamaron un refuerzo en la Seguridad: este viernes Alberto Fernández desde Olivos presentó un plan de casi $38 mil millones, que promete la incorporación de nuevos patrulleros, "paradas seguras" en distintas localidades, la construcción de 12 cárceles y más gendarmes en barriadas complicadas. Nuevamente los jefes comunales le habían hecho llegar directamente al presidente este requerimiento, en una de las típicas "reuniones de conducción" que se celebran los martes en la Residencia de Olivos.
