"Después de las PASO, abandoné toda esperanza en este país". Con dureza y pesismismo, Oscar Martínez expresó su sentir sobre el discurrir político de la Argentina a partir de las elecciones que perfilaron a la fórmula compuesta por Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner como la que iba a triunfar en los comicios generales de octubre. "Tal vez no debería decirlo, pero es la verdad. Las mafias y la corrupción son la verdadera pandemia de este país", apuntó luego.
En diálogo con Confesiones en la noche, el ciclo que conduce Cristina Pérez por Radio Mitre, el intérprete de "El ciudadano ilustre" y "Relatos Salvajes" argumentó: "Nunca me enrolé en un partido político, no milito, no me gusta que me digan cómo tengo que pensar ni cuándo tengo que cambiar esa manera de pensar, pero eso no quiere decir que uno no piense. Muy por el contrario, creo que esa es la mejor manera de pensar: con la mayor libertad posible".
Entonces, Pérez le recordó que había dicho que la libertad de Lázaro Báez era un "cachetazo a la sociedad", y señaló que ese mismo termino podría aplicarse al proyecto de reforma judicial impulsada por el Ejecutivo. "Es escandaloso, es muy desesperanzador. Lamentablemente estamos viviendo un proceso de degradación institucional en este país que hace que uno se pregunte hasta dónde va a llegar, qué nos pasa para que sea tan impune el avasallamiento, tan descarado, tan brutal. Y que quien lo impulse sea un presidente que hasta hace unos meses decía todo lo contrario. Eso es muy impresionante, es estremecedor".
"Yo no esperaba otra cosa, pero sí esperaba un estilo un poquito más refinado, menos grotesco", reflexionó el actor que, meses atrás, firmó una solicitada de apoyo a la fórmula que encabezaban el entonces presidente Mauricio Macri y Miguel Ángel Pichetto. "Creo que hay una parte de la sociedad que está dormida, pero creo que después de las PASO abandoné toda esperanza en este país, porque me resultaba inexplicable que la gente elija otra vez esto. Y yo creo que mucha de esa gente... No estoy hablando del grupo duro, de la gente fanatizada, sino de otra enorme porción de gente que está dispuesta a creer en los peces de colores o que está dormida. Después hay otra porción importante que advierte y que está indignada, dolida, desesperanzada, y muchos que teniendo la posibilidad de elegir están pensando en irse", agregó.
Martínez continuó con su reflexión: "Es injusto que haya gente que piense en irse, sobre todo para los que queremos un país plural. Yo no demonizo al que piensa distinto, pero sí estoy en contra de todo pensamiento hegemónico, de este pensamiento único, porque la historia ha demostrado que esas experiencias han fracasado en el mundo entero. (...) Es increíble que haya gente que aun defienda al régimen cubano. Yo estuve tres veces en Cuba, a mí no me lo contó nadie. O Venezuela. No lo puedo entender".
El actor reconoció que lo que decía era "muy temerario" pero que sentía que era verdad. "Las mafias y la corrupción son la verdadera pandemia de este país. Hoy leí una de las cartas que dejó René Favaloro antes de suicidarse y ahí habla de esto, de las mafias. Hace 20 años él hablaba de las mafias en la salud, hablando del retorno del dinero... Un hombre que por no transar con eso tuvo que pagar con su vida, porque vio cómo se le caía encima lo que había construido. Toda esa gente sigue estando, sigue manejando los resortes del Estado, los sindicatos... Nosotros hemos naturalizado cosas que son increíbles en cualquier país que es más o menos serio. Si vos decís en España que un sindicalista es millonario, te miran como si estuvieras hablando de realismo mágico", apuntó.