El impulsor de la pieza publicitaria que calzaría a medida en el programa de Diego Capusotto fue Manuel Mosca, ex Presidente de la Cámara de Diputados bonaerense. Y esposo de la senadora Gladys González. La doble moral no tiene límites: pese a que se tramitan causas contra el legislador separado por acosador, el diputado Marcelo Daletto lo reivindicó. También dijo otras perlitas para alguna antología del dislate.
"Estoy convencido que la gobernadora Vidal lo detesta", dijo el diputado Marcelo Daletto en referencia a su amigo (tal como lo definió en su discurso) Emilio Monzó. Su discurso de despedida de la Cámara de Dipútados de la Provincia de Buenos Aires fue el más atractivo de la última sesión de los actuales legisladores.
"Prometo que no me voy a emocionar", aclaró en la apertura de su intervención Daletto. Pero lejos de emocionarse lanzó un discurso que dejó con la boca abierta a propios y extraños. "Yo no pude seguir en las listas por ser amigo de Emilio Monzó", lamentó.
El momento más sorprendente de la exposición fue cuando el diputado dijo emocionado: "Quiero agradecerle a una persona que está ausente, como es Manuel Mosca, por la excelente presidencia que ejerció al frente de esta Casa".
¿Cómo se puede hacer esa consideración de un funcionario abusador? El lunes, tres días antes de la exaltación que hizo Daletto sobre el triste paso de Mosca en la función pública fue el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.
Habrá muchas y muchos macristas que soltaron lágrimas por las víctimas. Pero las acosadas y abusadas por el funcionario más banana que se recuerda en la Provincia, según Cambiemos no merecen ni disculpas, ni que las recuerden, y mucho menos que las respeten.
Vale recordar que la salida de Mosca fue tema tabú en la Legislatura. Un día pidió licencia y se refugió en cuarteles de invierno, valiéndose de la fuerte cobertura económica vía publicidad que Vidal utilizó para disciplinar a casi todos los medios de información.