Ante la reticencia a denominar como "golpe de Estado" lo que ocurrió ayer en Bolivia por parte del gobierno, los trabajadores del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto emitieron un comunicado de repudio a tal posición y cuestionaron "la ausencia de una postura coherente y ecuánime".
En un comunicado emitido ayer, la Cancillería que conduce Jorge Faurie habló de la " importancia de encaminar este periodo de transición que se ha abierto por las vías institucionales", en referencia al golpe de Estado en Bolivia, que no fue denominado como tal.
Frente a esto, desde ATE Cancillería señalaron que "de un tiempo a esta parte, la Argentina se ha conducido conforme a un evidente doble estándar" y acusó al Gobierno de aplicar un "institucionalismo de amigos".
Para los trabajadores, "el comunicado de la Cancillería Argentina frente al golpe cívico - policial consumado en el Estado Plurinacional de Bolivia, lleva nuevamente a pensar que el gobierno ha decidido supeditar su postura internacional a un cálculo político de carácter discrecional".
Además, sugirieron que tal toma de posición podría ser el resultado de "una lisa y llana subordinación a los dictados emanados por una autoridad foránea".
En ese sentido, exigieron al Gobierno que "se pronuncie en repudio a este nuevo atentado contra la democracia y el orden institucional en nuestra América del Sur".