Tras los anuncios sobre restricciones a la compra de dólares, la obligación a los exportadores a liquidar divisas y las limitaciones para empresas y bancos para girar dividendos al exterior, el dólar abrió la jornada por encima de los $63, pero rápidamente bajó y se ubica en torno a los $59.
La divisa norteamericana cerró el viernes último en $61,50 en lo que fue una semana negra para el Gobierno tras la visita al FMI, que demora las definiciones sobre el desembolso de 5.400 millones de dólares previsto para septiembre.
En un último intento por frenar la cuantiosa fuga de capitales y pérdida de reservas, el Gobierno nacional dispuso un límite de compra de 10 mil dólares mensuales para las personas físicas. Además, los bancos y las empresas no podrán remitir sus utilidades al exterior y obligarán a los exportadores a liquidar divisas en los próximos cinco días.
Esta mañana el ministro de Hacienda, Hernán Lacunza, y el titular del Banco Central, Guido Sandleris, tenían planificada una conferencia de prensa previa a la apertura de los mercados pero la suspendieron y se prevé que ambos funcionarios atiendan a los medios por la tarde.