A pesar de asumir el mandato con la promesa de nunca más implementar controles a la compra de dólares, Mauricio Macri decretó ayer una serie de regulaciones para contener la imparable corrida cambiaria que afecta a la economía argentina desde comienzos de 2018. Hernán Lacunza y Guido Sandleris trabajaron en las medidas y son los encargados de darlas a conocer a bancos y empresas.
Para esto, en un último intento por frenar la cuantiosa fuga de capitales y pérdida de reservas, el Gobierno nacional dispuso un límite de compra de 10 mil dólares mensuales para las personas físicas. Además, los bancos y las empresas no podrán remitir sus utilidades al exterior y obligarán a los exportadores a liquidar divisas en los próximos cinco días.
Los puntos clave del control de capitales macrista:
- A partir de hoy, las personas sólo podrán comprar 10 mil dólares mensuales para atesoramiento y cualquier extra limitación debe contar con autorización del Banco Central de la República Argentina (BCRA).
- El BCRA no le venderá dólares a las empresas que no justifiquen el destino de los esos fondos. Para ello necesitarán autorización. No así para la importación de insumos y pago de deudas, que no tendrán que solicitar permiso.
- No habrá restricción para extraer dólares de las cuentas bancarias.
- El giro de ganancias de las empresas y bancos a las casas matrices en el exterior deberán contar con autorización del BCRA.
- El Gobierno decidió ponerle fin a la extrema libertad de los exportadores para especular, a pesar de haberla promovido. Los exportadores están obligados a liquidar divisas en los próximos cinco días hábiles posteriores al cobro.
- El Gobierno dispuso la extensión del horario bancario de las 15 a las 17 horas durante septiembre. Esta medida estará a consideración de cada entidad financiera.