En la madrugada del jueves, Iván Márquez, uno de los líderes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia – Ejército del Pueblo (FARC- EP), junto a otros comandantes, anunció que un sector de la guerrilla volvía a tomar las armas.

Márquez anunció que la decisión se tomaba debido al incumplimiento por parte del Estado colombiano de los acuerdos de paz firmados en 2016.

Desde la firma de los acuerdos al menos 150 ex guerrilleros y 646 líderes sociales fueron asesinados. Solo durante el gobierno del presidente Iván Duque se produjeron 245 de estos asesinatos.

Estos hechos y el incumplimiento de otros puntos del acuerdo serían los motivos por los que este sector de las FARC decidió regresar a la lucha armada.

Por su parte, Rodrigo Londoño, ex ex jefe de la guerrilla y actual líder del partido político FARC aseguró en Twitter: “más del 90% de los ex guerrilleros seguimos comprometidos con el proceso de paz” y agregó: “somos muchos más los que seguiremos trabajando por la paz”.

“Llamamos al pueblo Colombiano, al gobierno, a la comunidad internacional, empresarios, gremios, movimiento social y popular, a los exguerrilleros que asumieron el reto de la lucha política abierta, a rodear como nunca los acuerdos de la Habana y su proceso de implementación”.

Varias figuras de la polítca colombiana se expresaron al respecto, entre ellos el ex candidato a presidente por el partido Colombia Humana, Gustavo Petro. A través de Twitter, Petro señaló: “Uribe no solo triunfó con al apoyo de diez millones de colombianos que decidieron el camino de la guerra, sino con la trampa que el mismo tendió a la paz y en la que cae Iván Márquez. Dos triunfos de Uribe y por ahora, hasta que el pueblo decida el cambio, una derrotada: la paz”.