En un creciente contexto de desempleo e inestabilidad económica, la fábrica de pinturas Belcar atraviesa por uno de sus momentos más delicados. Es que, en los últimos días, 72 trabajadores recibieron los telegramas de despido debido a que los dueños decidieron el cierre definitivo de la planta, ubicada en la localidad de San Justo.
En este contexto, Nicolás Chaile, delegado de la Federación Gráfica Bonaerense de Belcar, contó que "a principios de este año, empezamos a ver que había muchos pedidos de producto para entregar, pero comenzó a haber un vaciamiento de materia prima".
"Si no se pudiera dar continuidad de las fuentes laborales, queremos que se nos indemnice como corresponde y seguiremos los pasos legales para llegar a un acuerdo", advirtió el delegado gremial en declaraciones publicadas en el portal El1Digital.
Según precisó Chaile,la compañía está conformada por un "total de 90 trabajadores", de los cuales, a "alrededor de 72", pertenecientes a la planta de San Justo, les informaron "verbalmente" el despido el viernes pasado.
Además, el delegado detalló que "este miércoles, como represalia por difundir el conflicto, la empresa mandó el telegrama a todos" y agregó que "queda otro contingente que está trabajando normalmente en las oficinas del centro".
El mismo día que les avisaron de los despidos, acudieron a una audiencia en el Ministerio de Trabajo, a la cual no se presentó Belcar. Por estas horas, los trabajadores decidieron permanecer en sus puestos "en espera de una respuesta".
La situación que se vive en Belcar tiene tristes réplicas a lo largo y ancho del territorio bonaerense: por caso, pocos días atrás bajó sus persianas la histórica fábrica de Mielcita, dejando a 100 empleados en la calle. En tanto, en Quilmes, la papelera Ansabo cerró tras 60 años de producción, dejando a 45 familias sin sustento diario.