A cuarenta días de las elecciones primarias, abiertas, simultáneas y obligatorias, el oficialismo provincial admite que una eventual derrota el 11 de agosto podría traer aparejada una nueva crisis cambiaria. Así lo deslizo el ministro de Economía de la Provincia, Hernán Lacunza, en una entrevista que brindó ayer al diario Perfil.
"Si la perspectiva fuera de una derrota del oficialismo, seguramente habrá tensión cambiaria", expresó Lacunza, quien en la nota fue indicado como "candidato a ministro de Economía nacional si Macri fuera reelecto".
De todas formas, Lacunza aclaró que esa posible crisis cambiaria sería "no disruptiva", a diferencia de las que el país atraviesa desde abril de 2018. "El Banco Central tiene las municiones conseguidas como para enfrentar una demanda cambiaria adicional, tiene buen nivel de reservas, tiene colchón como para sostener ese par de meses entre agosto y octubre", dijo, en referencia a los miles de millones de dólares con los que el gobierno cuenta por el salvataje del Fondo Monetario Internacional.
En cambio, pronosticó que "una perspectiva de éxito de renovación del gobierno de Mauricio traería mayor estabilidad y descenso de las tasas de interés junto a la estabilidad del tipo de cambio", aunque aclaró que "tampoco es deseable la volatilidad excesiva, ni para arriba ni para abajo".
Por último, el ministro de María Eugenia Vidal adelantó que si Macri fuera reelecto "la Argentina va a crecer el año que viene" pero que "si gana la fórmula de los Fernández se van a enfrentar turbulencias financieras".