La administración bonaerense convocará, a partir de la conformación de "mesas educativas distritales", a padres de la comunidad de alumnos y alumnas para que "tomen partido", indicaron fuentes del gobierno al diario La Nación. En esa dirección va la estrategia de Vidal: persuadir a diferentes sectores para que adopten posición a favor del gobierno en el conflicto y cargar culpas a los gremios en caso de que no inicien las clases el 6 de marzo.
El documento que la Gobernación hizo llegar a todos los distritos bonaerenses propone también la realización de una movilización para la última semana de febrero "en defensa del inicio de clases con los máximos referentes distritales". El gobierno también hizo decir, a través del diario de tirada nacional, que manejan la opción de movilizarse contra los docentes. "Los padres manifiestan fastidio por la recurrente pérdida de clases", aseguran y advierten que "debemos canalizar esa demanda".
Días atrás el Director General de Cultura y Educación,
Gabriel Sánchez Zinny, expresó que "las clases deben comenzar el 6 de marzo, es necesario que se cumplan los 181 días que marca el calendario escolar 2019", en sintonía con el discurso pensado en Gobernación.
Se sabe que la
paritaria del año electoral será dificultosa. En 2018, los docentes denunciaron haber perdido un 18% de su poder adquisitivo frente a los aumentos unilaterales que otorgaba el gobierno en medio de una paritaria que nunca se resolvió. Los gremios nucleados en el
Frente de Unidad Docente Bonaerense reclamarán por lo perdido y, además, exigirán un acuerdo salarial que incluya cláusula gatillo.