Aprobado el Presupuesto bonaerense para 2019 y habiendo negociado la eliminación del techo del 38% que la gobernadora María Eugenia Vidal quiso fijar para el aumento de las tasas municipales, los intendentes y concejales buscan la forma de no ver mermadas las arcas municipales, tras un año de una fuerte devaluación del peso y con las elecciones ejecutivas a la vista.

Algunos intendentes copiaron a los gremios y decidieron ponerle cláusula gatillo al cobro de tasas, con el fin de adecuarlas a los fenómenos inflacionarios. Tal es el caso de Escobar, Pilar y Tigre. Ariel Sujarchuk dispuso un aumento del 30% de las tasas pero tendrá la facultad de activar la cláusula gatillo por un máximo del 10% si la inflación supera lo previsto. Nicolás Ducoté también podrá actualizar las tasas según la inflación y Julio Zamora aprobó una suba del 25%, con la posibilidad de gatillarla para arriba.

Sin embargo, hay municipios que dispusieron subas superiores al fallido techo del 38%, incluso por encima de la inflación con la que cerrará el país en 2018. En Morón, el intendente Ramiro Tagliaferro logró aprobar ayer un aumento de hasta el 50% de las tasas municipales. El rechazo a este descomunal incremento fue encabezado por los concejales de Unidad Ciudadana y calificaron al jefe comunal como un "intendente que gobierna de espaldas a la comunidad que no toma ninguna medida para ayudar a los vecinos, a las pymes y los comercios locales".

Por su parte, el gobierno de Tres Arroyos, comandado por Carlos Sánchez, envió, en el proyecto de presupuesto, un aumento de la tasas del 58% para el 2019. En Bahía Blanca, Héctor Gay dispuso un incremento del 39,5% y la oposición puso el grito en el cielo. Pidió que se revise el aumento y que haya cobros diferenciales según los ingresos. En este caso, la oposición espera una respuesta del Ejecutivo.