Jorge Triaca se despide de la Secretaría de Trabajo tras serias complicaciones en su área que fueron debilitando su imagen hasta su renuncia. Así, en medio de elogios recíprocos le pasó su cargo a Dante Sica, ex ministro de Producción y que se sumará al gabinete para fortalecer las negociaciones entre el gobierno y el arco sindical.

Por su parte, el desgaste de Triaca fue en alza desde comienzo de año cuando se filtró un audio de Whatsapp en el cual, el entonces ministro, echaba a su empleada domestica con insultos y sin indemnización. Además, la empleada estaba en negro, lo que sumó aún más al escándalo. En ese entonces, Triaca debió salir a pedir disculpas y consideró el episodio como un "exabrupto".

Además, ha tenido en su haber incontables dificultades a la hora de negociar con los gremios ante cada paritaria, reclamos laborales y despidos. En esto último, Triaca advirtió que desde comienzo de año hasta esta parte "no vemos despidos masivos, hay sectores con dificultades".

En este contexto, con la crisis desatada en mayo tras la corrida cambiaria, los despidos se intensificaron y el empleo no creció ni tuvo sintomas de recuperación. Además, el gobierno a través de Triaca impulsó una paritaria del 15% que hoy por hoy no se condice ni un poco con la actual inflación que se aproxima al triple de ese porcentaje y que debió renegociarse meses después cuando algunos pocos gremios acordaron un aumento salarial por encima del 25%.

En cuanto a Jorge Triaca, justificó la flexibilización laboral, minimizó la masividad de los despidos y criticó la actitud de los gremios como "oportunista" y para sacar "ventajas políticas" y en consencuencia, respaldó las decisiones de las patronales a la hora de suspender o despedir trabajadores. En este sentido, solamente en el primer semestre, según un informe del CEPA hubo un promedio de más de 4.300 empleados despedidos o suspendidos mensuales, lo que describle la realidad del trabajo en Argentina.

Por último, cabe destacar, que en el último encuentro entre la CGT y el gobierno por el bono de fin de año, quién consensuó con la central obrera fue Dante Sica, dando el indicio de la ya definida renuncia de Triaca y confiando a futuro la negociación de las paritarias también a manos de Sica.