
Mientras se le escapaban cinco diputados y creaban el bloque Red Por Argentina, Sergio Massa tomó distancia para fortalecer un vínculo que parecía cerrado: el del progresismo. En las últimas elecciones se alió con el GEN de Margarita Stolbizer y los resultados no fueron buenos. Sin embargo, ayer volvieron a reunirse, además, junto con Ricardo Alfonsín y el gobernador de Santa Fe, Miguel Lifschitz.
Quienes compartieron el encuentro aclararon que no tuvo nada que ver con la conformación de un nuevo espacio político ni con candidaturas. De todas formas, Massa quiso demostrar que no quedó solo. "Peronistas, Progresistas, Radicales, Socialistas y Renovadores. Lo importante es la Argentina que queremos: la del crecimiento y desarrollo, contra la del ajuste y el FMI", publicó en su twitter.
El ajuste y la timba financiera no son el único modelo de Gobierno. Creemos en una alternativa de diálogo y políticas de Estado que construyan la base de la Argentina que viene. pic.twitter.com/LMOf92QYty
— Sergio Massa (@SergioMassa) 22 de octubre de 2018
Por otro lado, se refirió, al terminar el encuentro, a la conformación del nuevo bloque que encabeza Felipe Solá: "Dentro del bloque puede haber visiones diferentes, alguno que otro tendrá alguna ambición personal, nosotros respetamos eso también, pero yo estoy para construir”, se diferenció.
La sangría dirigencial no es un fenómeno nuevo en el Frente Renovador. Sergio Massa está acostumbrado a estos avatares. Lejos de preocuparse, sabe que aún es una figura con quien numerosos dirigentes peronistas no kirchneristas optarían por juntarse. El tigrense ofrece un ámbito cómodo para aquellos que pretendan pelear por intendencias bonaerenses en distritos hostiles al kirchnerismo.