El gobierno anunció que la "turbulencia" había finalizado a mediados de mayo, recurrió al FMI como modo de "evitar una crisis", celebró días atrás que una calificadora de riesgo califique al país como "mercado emergente" pero el dólar volvió a subir abruptamente y terminó junio con un valor récord.
Según el Centro de Economía Política Argentina (CEPA), las razones que esgrimió el gobierno y diversos analistas cuando comenzó la crisis cambiaria ya no alcanzan para explicar el problema tras dos meses sin solución. El impuesto a la tenencia de LEBACS o la suba de la tasa de interés en Estados Unidos "no explican la inestabilidad cambiaria en Argentina", explica el informe del CEPA sobre la reciente volatilidad cambiaria.
"Este análisis no debe acotarse a elementos estrictamente coyunturales", señala el Centro dirigido por el economista y concejal de San Martín, Hernán Letcher. Para el CEPA el análisis del fenómeno económico debe centrarse en los problemas estructurales de la economía argentina y cómo el modelo económico del gobierno nacional es el principal problema a resolver.
Para los economistas del CEPA el fin del cepo cambiario en diciembre de 2015 fue un "hito clave para comprender la puesta en marcha de un amplio esquema de desregulación cambiaria y financiera que habilitó la libre fuga de divisas de la economía local y colocó a la Argentina en una situación de extrema vulnerabilidad externa". Es que la fuga de divisas es un aspecto fundamental de la baja oferta de divisas.
Por otra parte, el déficit récord de la balanza comercial, producto del aumento de las importaciones, es otro de los factores del modelo económico implementado por Cambiemos que hace que el país esté en una "posición sumamente dependiente de respecto de los dólares provenientes del endeudamiento externo". Además, este año se registró el peor semestre en materia de liquidación de divisas provenientes del agro desde 2013.
El CEPA rechaza de plano a quienes consideran lo sucedido como una "tradicional corrida cambiaria". "Con el actual modelo de desregulación y apertura el Gobierno incurre en una encerrona donde las únicas dos soluciones posibles son devaluar o entregar las reservas y los dólares provenientes del FMI", adelantaron.
Por último, concluyeron, en función de los factores mencionados en el informe, que "la conclusión más acertada es comprender que el problema de la aguda escasez de dólares proviene del modelo de liberalización, desregulación, sistemático endeudamiento y fuga de divisas", y agregaron que "en definitiva, el problema es el modelo".