
A mediados de febrero, la gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal comenzó a recortar gradualmente subsidios a la actividad hípica y anunció la presentación de un proyecto en la Legislatura para que se elimine definitivamente el aporte que el Estado provincial vuelca sobre los hipódromos.
Rápidamente generó la reacción del Sindicato Unificado de Cuidadores y Jockeys de La Plata que realizó distintas movilizaciones, fundamentalmente en La Plata, contra el ajuste que, sostuvieron, generaría pérdida de trabajo.
Ahora las manifestaciones en contra de lo propuesto por Vidal surgió del propio seno de los intendentes de Cambiemos. San Isidro, Azul, La Plata y Tandil son las ciudades bonaerenses que cuentan con hipódromos oficiales. Todas gobernadas por jefes comunales oficialistas.
Gustavo Posse, intendente de San Isidro, encabezó el jueves 28 una movilización junto a los trabajadores del hipódromo de San Isidro para manifestarse en contra del recorte de los $1.000 millones que sufrirá la actividad hípica. Según consignó el portal Zona Norte Diario, Posse sostuvo que "lo que no se tiene en cuenta es que esta actividad lo único que hizo es dar trabajo al otro. Es un sector que no consume dólares, pero sí los trae. Estoy acá porque este es el lugar de la industria y del trabajo".
Por otra parte, el intendente de Azul, Hernán Bertellys, expresó a través de sus principales funcionarios la posición del municipio, contraria a la de Vidal. "Vamos a plantear que Azul no esté incorporado en ese proyecto", señaló el jefe de Gabinete de Bertellys, Alejandro Vieyra, anticipando la postura municipal cuando se debata el proyecto en la Legislatura Bonaerense.
Así, se sumaron a los gremios involucrados en el sector, dos intendentes de Cambiemos que se pronunciaron contra lo dispuesto por Vidal. Resta saber cuál será la posición de Julio Garro en La Plata y Miguel Ángel Lunghi en Tandil.