
“Santiago existe, estuvo desde el 31 de julio en el lugar y el primero de agosto fue brutalmente golpeado por gendarmes, fue subido a un unimog y luego se lo llevaron en una camioneta” afirmó la abogada de la familia, Verónica Heredia, al comienzo de la conferencia que encabezó en Esquel junto con organismos de derechos humanos y el hermano de Santiago, Sergio Maldonado.
Por su parte, el abogado del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), Gastón Chillier, cargó culpas sobre el gobierno y la ministra de seguridad por “desviar la investigación y diseminar rumores a la prensa”. Además, denunció las falencias en la investigación durante los primeros días luego de la desaparición como la demora en rastrillar los vehículos de Gendarmería y “el no secuestro inmediato de los aparatos telefónicos”.
Durante la mañana de ayer, miembros de la comunidad mapuche que vieron cómo la Gendarmería se llevó a Maldonado luego de golpearlo declararon ante la justicia en Esquel. En este sentido, Matías Santana confirmó haber visto que “lo golpearon y lo metieron en una camioneta”.
De esta forma, la abogada, organismos de derechos humanos y familia Maldonado sostuvieron que “la hipótesis que queda es la que la había desde el día uno. Estaba Santiago en el lugar, hubo gente que lo vio y que denunció su desaparición luego del operativo de Gendarmería”. Ante esto, Verónica Heredia apuntó a las autoridades que “no quisieron escuchar desde el principio”.
El director ejecutivo del CELS también remarcó que “quedó claro que ya no existe la hipótesis del puestero” que quiso instalar el gobierno a través de Patricia Bullrich. Esto se confirmó luego de que la Justicia de Esquel comunicara que el ADN del cuchillo con el que el puestero habría atacado a un miembro de la comunidad Pu Lof no era de Maldonado.
Además de Matías Santana, otras tres mujeres mapuches confirmaron ante la justicia la presencia de Santiago durante el 31 de julio y el 1 de agosto en Resistencia de Cushamen. Hasta el momento habían declarado como testigos reservados pero ahora lo hicieron con nombre y apellido y también ante la prensa.
De esta forma, se pudo observar desde ayer cómo el gobierno y sus medios afines cambiaron de estrategia y comenzaron a preparar el terreno para finalmente cargar culpas contra Gendarmería. La investigación fue mala desde el principio. Recién hoy, 35 días después de la desaparición, el secretario de derechos humanos, Claudio Avruj, viajará hacia Chubut para seguir la investigación de cerca.