
Tras la “visita sorpresa” de la gobernadora María Eugenia Vidal al Hospital “Evita Pueblo” de Berazategui, el intendente local, Patricio Mussi, se mostró molesto por no haber sido invitado y pidió que se “respete la institucionalidad del intendente”.
“Que la visita de Vidal sea de veinte minutos a un hospital y que no pregunte como están las escuelas, los barrios y los hospitales me preocupa” disparó Mussi, al tiempo que criticó la falta de comunicación del gobierno provincial con su municipio: “Yo en más de un año de gestión pude hablar una sola vez con la Gobernadora en presencia de otra persona, pero no tuve nunca más un llamado”.
El jefe comunal sostuvo también que le inquieta saber “quién le cuenta (a la Gobernadora) qué es lo que les ocurre a los 400 mil bonaerenses que viven acá”, y además contó en diálogo con Radio 10 que personal del hospital lo quiso invitar al evento, pero que desde la Gobernación aclararon que se encargarían ellos, cosa que nunca ocurrió.
“La Gobernadora tiene que saber que en Berazategui vive gente tranquila, que nadie le va a hacer nada, que no tenga miedo. No hay que vallar todos los alrededores como cuando vino el presidente Macri”, agregó Mussi y remató: “Lo único que nosotros pedimos es que nos ayuden a gobernar como nosotros ayudamos a ellos”.
Una situación similar ocurrió el año pasado cuando Macri y Vidal visitaron una fábrica de Manaos en la Matanza y no permitieron subir al escenario a la intendenta Verónica Magario. A meses de la dura batalla que enfrentará CAMBIEMOS para reafirmar su liderazgo en la provincia de Buenos Aires, Vidal sigue apostando al destrato del peronismo duro y al acercamiento silencioso con otros intendentes del PJ para evitar ruidos en su propio espacio.