El líder del Frente Renovador, Sergio Massa, le bajó expectativas a la propuesta que el gobierno nacional hizo trascender ayer sobre una posibilidad de acuerdo para que la boleta de María Eugenia Vidal acompañe no sólo a la candidatura de Mauricio Macri sino también la de los candidatos del peronismo federal. Como la estrategia llegó en medio de las negociaciones que el tigrense mantiene con el PJ kirchnerista, el foco se reposó sobre él.
Sin embargo, Massa tuiteó que "no tengo prevista ninguna reunuón con la gobernadora Vidal". De paso, aprovechó para criticar a Cambiemos: "Sería bueno que los funcionarios del gobierno nacional dediquen su tiempo a gobernar".
Más temprano fue el hijo de Roberto Lavagna el que desechó esa posibilidad y aseguró que desde Consenso 19, el espacio con que el ex economista piensa encarar la elección, "tenemos candidato propio en la Provincia".
Ayer, con esta apertura al diálogo, Mauricio Macri y Marcos Peña apuntaron al principal déficit del peronismo federal, que es la falta de un candidato competitivo en el distrito más grande del país. De esta forma, el gobierno nacional persigue dos objetivos: además de evitar el pacto Massa - Fernández, pegar la boleta de Vidal a otra fuerza nacional le permitiría captar un voto más amplio y aumentar las chances de retener la provincia de Buenos Aires.
Es que en su fallo, la magistrada estableció que "los proyectos de ley que modifiquen el régimen electoral y de partidos políticos deberán ser aprobados por mayoría absoluta del total de los miembros de las Cámaras". El precedente podría aplicarse también en el caso del decreto que eliminó las listas colectoras y de esta forma favorecer a la estrategia de la Casa Rosada en su intento por retener la provincia de Buenos Aires.