Mauricio Macri brindará mañana al mediodía un asado para los candidatos a intendente de distritos donde gobierna la oposición. Lo hará con dos objetivos. El primero, apuntalar su imagen en la provincia de Buenos Aires, que ha caído a niveles bajísimos. Por otra parte, cerrar una estrategia con la que buscarán absorber una determinada cantidad de votos en dichas localidades para garantizar competitividad, no sólo en la candidatura presidencial sino también en la de María Eugenia Vidal.

En la Provincia no hay segunda vuelta y en Cambiemos es cada vez más la preocupación que genera el posible arrastre que una eventual candidatura presidencial de Cristina Fernández de Kirchner podría darle a quien fuera su candidato a gobernador.

Son 66 los municipios bonaerenses gobernados actualmente por la oposición y durante el encuentro de mañana se harán presentes funcionarios de Vidal que competirán en diferentes distritos, concejales y dirigentes distritales. Después del almuerzo, el encargado de bajar los principales lineamientos de campaña será Marcos Peña, junto con su par Federico Salvai.

El encuentro también servirá a Mauricio Macri para intentar ratificar su liderazgo frente a cientos de dirigentes que ven en María Eugenia Vidal una posible candidata presidencial. Para Macri no hay "Plan V" y mañana rogará a sus candidatos bonaerenses que le quiten votos a los intendentes peronistas.