Mauricio Macri realizó una sorpresiva visita a Olavarría y se mostró con el intendente local Ezequiel Galli. Visitó el tren sociosanitario y un centro de jubilados. Luego dialogó con una radio local en la que ratificó el rumbo económico y dijo que “vamos a cambiar la historia porque este cambio es profundo, que significa dejar atrás la mentira, la corrupción y el atajo”.
En declaraciones a Radio M de Olavarría repitió que “tuve los peores cinco meses desde mi secuestro”, en referencia a la fuerte crisis cambiaria que atraviesa el país, que implicó la devaluación de más del 100 por ciento del peso durante 2018.
En este sentido, al hablar sobre el nuevo tarifazo de gas, que significará una compensación que los usuarios le transferirán a las empresas producto de la devaluación de la moneda nacional, insistió con que “soy el primero en entender lo que cuesta que pasar de que te hayan dicho la energía no costaba nada y ahora asumir que cuesta y que hay que pagarla”.
Luego agregó que, producto de la actividad de Vaca Muerta y de la exportación de gas a Chile, el país va a notar una merma en los incrementos de las tarifas de gas. “Tenemos el gas más barato de la región y vamos a tener el más barato del mundo”, expresó. “Me duele en el alma cada aumento”, dijo pero aclaró que “no me eligieron para que les mienta”.
Por último, delegó la responsabilidad de la crisis en los vaivenes de la economía internacional. Enumeró los factores que, según él, promovieron la crisis: “la sequía, el aumento de la tasa de interés de Estado Unidos, el aumento del petróleo, la crisis turca” y agregó “la causa de los cuadernos”. Remarcó, en este contexto, “apoyo del Fondo”.
Macri concluyó que “ahora siento que estamos estabilizando la cosa y pagamos un costo como sociedad. No podemos seguir viviendo de prestado, no podemos gastar más de lo que tenemos”.