Organizaciones sociales, sindicatos y partidos de izquierda acompañaron hoy por la tarde la movilización de los trabajadores que fueron despedidos de PepsiCo. El pasado jueves Andrea Rodriguez Mentasty, quien tiene a su cargo el Juzgado de Garantías 3 de San Isidro, ordenó el desalojo de la planta que la multinacional tiene en la localidad de Vicente López.

Allí, más de 600 obreros que habían sido despedidos estaban resistiendo junto a sus familias y militantes sociales y políticos, el vaciamiento de la empresa multinacional y reclamando por la reincorporación a través de la toma de la empresa. La protesta terminó con un gran operativo represivo y el desalojo de la planta.

La Cámara de Apelaciones del Trabajo, competente en el despido masivo, ordenó la reubicación de los trabajadores en algunas de las instalaciones de PepsiCo, teniendo en cuenta que la planta de Vicente López no se reabrirá por decisión de la empresa, quien, de no acatar esta decisión judicial, deberá pagar $5000 por día en concepto de mora.

No obstante, el Presidente Mauricio Macri hizo caso omiso a lo que decidió la justicia y por su cuenta celebró la represión: "no está bien y no es legal tomar una fábrica por la fuerza" expresó el Mandatario.

Agregó además que "Estamos todos trabajando para que el empleo crezca. La fábrica se muda de lugar y arreglaron con el gremio, con Rodolfo Daer una indemnización. Quedaron 20 que no arreglaron y tomaron la fábrica. Eso no está bien, no es legal".

Sin embargo, las estadísticas no le dan la derecha al gobierno y el empleo no crece. Sólo en los jóvenes, según un estudio del Centro de Economía Política Argentina (CEPA), el desempleo trepó al 23,63% en el segundo trimestre del 2017.

En la marcha de hoy, los trabajadores fueron contundentes: "El mensaje es claro: vamos a seguir luchando. El conflicto no se termina hasta que nos devuelvan los puestos de trabajo", expresó uno de los delegados de la comisión interna en el escenario montado frente al Ministerio de Trabajo.