
La cartera que conduce Jorge Triaca publicó ayer un informe oficial sobre el nivel de empleo del mes de abril. En él, la Subsecretaría de Políticas, Estadísticas y Estudios Laborales del Ministerio de Trabajo ratifica las estimaciones de consultoras privadas, y confirman que los despidos provocaron una baja de 0,8% en tan sólo un mes. Esto se traduce en 50.600 puestos de trabajo registrado menos.
Esta pérdida fue parcialmente compensada con el aumento de monotributistas sociales, que no deben cobrar más de $6.000 por mes, lo que los convierte automáticamente en indigentes. Estas personas son en su mayoría beneficiarios de programas sociales, como Argentina Trabaja, Ellas Hacen o Programa de Trabajo Autogestionado, entre otros, por lo que, a través de contratos indirectos, serían la “mano de obra barata” y tercerizada del estado.
Si bien el estado se hace cargo de los aportes previsionales y la obra social de los monotributistas sociales, no dejan de estar muy por debajo de la línea de pobreza, cobrandon en la mayoría de los casos, la mitad de un salario mínimo vital y móvil.
"La estacionalidad juega un rol importante en esta contracción del empleo, afectando principalmente a la actividad agropecuaria, hoteles y restaurantes y comercio" se excusó el gobierno a través de la cartera de Triaca, pero lo cierto es que el desempleo crece a pasos agigantados, y ya no hay forma de disimularlo en los números.
El informe además afirma que actualmente hay 12,1 millones de trabajadores registrados en total, y la discriminación por sector indica que 8.567,7 millones integran el sector privado, 3.112,3 millones son parte del segmento público y 389.700 son monotributistas sociales.