
El taller, ubicado en el partido bonaerense de La Matanza, funcionaba "bajo el sistema de “camas calientes”, es decir que hacía a la vez de vivienda de los obreros y guardería", detalló el ente.
Los agentes se encontraron con una casa con 12 habitaciones "en las que vivían los trabajadores, una menor de 16 años embarazada y una decena de niños que eran cuidados por más de 12 horas diarias por dos personas del lugar".
En el inmueble coexistían el taller de costura y confección, un sector de estampado "que no contaba con las condiciones de salubridad necesarias para la utilización de los químicos" y en un local lindero se encontraban las áreas de planchado y embalaje de las prendas.
Las empleadas manifestaron al personal de la AFIP que su jornada laboral "duraba entre 7 y 20 horas" y que, además, limpiaban los baños y el taller, tarea que "no les era remunerada".
La causa judicial está a cargo del Juzgado Federal N° 2 de Morón, a cargo de Jorge Rodríguez, quien ordenó el allanamiento del predio y convocó a la Oficina de Rescate y Acompañamiento a las Personas Damnificadas por el Delito de Trata, a la vez que informó a la Dirección Nacional de Migraciones.
Como resultado del operativo se detuvo a dos personas de nacionalidad boliviana -el titular del taller y su hermano- y se secuestraron las prendas y la documentación "que comprobaría el vínculo comercial con las firmas Grisino (Creskotec S.A.) y Bross (Mejlef)", detalló AFIP en un comunicado.
El organismo explicó que el taller "confeccionaba 15.000 prendas mensuales para Crescotek que factura anualmente 300 millones de pesos,y 3.000 remeras para Melfej que factura 80 millones".
"La ganancia era más que considerable, puesto que mientras Grisino abonaba al taller 13 pesos por una remera, la vendía luego al público a 189", reveló el ente estatal.
Fuente: Télam