
De acuerdo con lo informado por el Banco Central, para fin de año la cifra prestada a las pymes rondará los $ 192.000 millones.
El programa inició este año su sexta etapa, para la cual se aumentó de 5,5% a 6,5% el porcentaje de los depósitos privados que se deben destinar a esta línea, y se redujo la tasa de interés anual de 19,5% a 19% en el primer semestre, y a 18% en el segundo, con un plazo de hasta 36 meses.
Entre enero y junio se colocaron $ 37.400 millones, frente a los $ 30.000 millones que los bancos prestaron en la segunda mitad del año pasado.
A partir de julio y hasta diciembre se fijó en $ 52.000 millones el mínimo de dinero a prestar, un 39% mayor que la cifra anterior, y constituyéndose en la más alta desde el lanzamiento del programa.
Ideado tras la reforma ala Carta Orgánicadel Banco Central, el programa posibilitó reorientar el financiamiento al sector productivo.
Se lanzó en el segundo semestre de 2012, con un piso de créditos a otorgar por los bancos de $ 15 mil millones, equivalentes al 5% de los depósitos totales, a un tasa anual de 15%.
Ya en ese primer tramo se superó el objetivo y los bancos prestaron $ 17 mil millones, la misma cifra que terminaron por conceder entre enero y junio de 2013.
Para el segundo semestre de ese mismo año, el desembolso se elevó a $ 20 mil millones, con lo cual a fin de 2013 se superaron los $ 50 mil millones otorgados.
A lo largo de 2014, con unos $ 23.500 millones en el primer semestre; y $ 30 mil millones en el segundo, se llegó a a los casi $ 110 mil millones.
Y al terminar la primera mitad de 2015, los créditos a las pymes superaron los $ 140 mil millones, en menos de tres años desde su lanzamiento.
A fines de abril de este año, el BCRA amplió la instrumentación de esta herramienta con el objetivo de generar mayores prestaciones y estimular el financiamiento bancario a micro, medianas y pequeñas empresas.
Así se dispuso que las entidades financieras alcanzadas podrán aplicar una proporción del financiamiento al descuento de certificados de obra pública, y de facturas conformadas por las micro y pymes.
Asimismo, las entidades podrán incorporar al régimen de financiamiento previsto en este tramo las financiaciones desembolsadas en concepto de prefinanciación locales de exportaciones a empresas que no sean grandes exportadoras, en la medida que estén fondeadas con líneas de crédito del exterior, nuevos préstamos externos u obligaciones negociables colocadas afuera del país.
Por su parte, también se admitirán nuevas financiaciones locales de importaciones de insumos y bienes de capital que estén fondeadas con líneas de crédito de bancos del exterior.
Complementariamente, se contemplan nuevos destinos de financiamiento a personas físicas que apliquen esos fondos de manera directa a la adquisición de vivienda única de su grupo familiar mediante la cesión en garantía de los derechos sobre fideicomisos para la construcción de esos inmuebles; y a microemprendedores, ya sea en forma directa o través de instituciones de microcrédito.
Más recientemente, el Central decidió incluir los créditos para la compra de maquinaria agrícola, vial e industrial, así como las financiaciones otorgadas a damnificados en zonas afectadas por factores de la naturaleza, tales como las inundaciones, los terremotos y las sequías.