Hace tan solo siete días, la presidenta brindó un discurso en la provincia del Chaco de cara a las elecciones primarias y generales a celebrarse en los próximos meses. Allí pidió especialmente a los postulantes a la presidencia y a las gobernaciones que integran el Frente para la Victoria, un baño de "humildad" a la hora de presentarse para ocupar cargos. "Es bueno y legítimo querer ser presidente y gobernador. (...) Es necesario que todos tengamos una mirada más amplia y colectiva, que abandonemos los egos personales. Si creemos que esto es un proyecto colectivo, que la patria es el otro, tengamos esa actitud y contribuyamos todos con seriedad y responsabilidad", sentenció aquel día.
El gobernador de Entre Ríos, Serio Urribarri, el ministro de Defensa de la nación Agustín Rossi, el legislador porteño Jorge Taiana y el diputado bonaerense Fernando "Chino" Navarro, estos últimos del Movimiento Evita, escucharon el pedido de la Presidenta. A ellos se sumaron el viceministro de Desarrollo Social, Carlos Castagneto, el intendente de Berazategui, Patricio Mussi y el titular del Anses, Diego Bossio.
Según varios portales de internet, Bossio abdicó su candidatura por presiones de José Ottavis, hombre clave en el armado bonaerense de La Cámpora junto a Eduardo “Wado” de Pedro. Varias fuentes cercanas a Bossio afirman que el objetivo de Ottavis es ser candidato a vicegobernador junto a Aníbal Fernández, que de a poco se perfila con mayor consenso desde Casa Rosada y el sciolismo.
Es que en la provincia más importante del país la interna está más áspera que nunca. El gobierno tiene la intención que los intendentes Fernando Espinoza (La Matanza) y Martín Insaurralde (Lomas de Zamora) bajen su candidatura, aunque por ahora no hayan dado señales positivas al respecto. Según las encuestas, el diputado nacional Julián Domínguez y el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, aparecen como los candidatos mejor posicionados. Por lo que se espera en las próximas horas el acompañamiento de aquellos funcionarios que no mueven las agujas en las encuestas.
De esta manera la unidad dentro del PJ y el FpV se hizo carne en los militantes que lo integran y el lema "Primero la patria, luego el movimiento y después los hombres" que enunciara Juan Domingo Perón, caló hondo antes que los intereses particulares.
Así las cosas, la interna del FPV queda allanada para que la candidatura presidencial sea dirimida entre el actual gobernador de la provincia de Buenos Aires, Daniel Scioli y el ministro del Interior y transporte, Florencio Randazzo. Más si en las últimas horas por decreto presidencial (815/2015) el Poder Ejecutivo Nacional traspasó a la órbita del Ministerio de Justicia las acciones vinculadas con el ejercicio de los derechos políticos de los ciudadanos, el régimen electoral, el de los partidos políticos así como la programación y ejecución de la legislación electoral y el empadronamiento. Guiño de CFK a los partidarios de la florería a fin de evitar posibles incompatibilidades de Randazzo en los comicios presidenciales de octubre.
Al parecer la tesis de tener dos candidatos para dirimir la interna justicialista y no apostar a la fragmentación toma fuerza día tras día. Es la estrategia adecuada que elegió Olivos: lección que aprendió rápidamente tras la derrota en las paso de CABA.