
Al respecto, en dialogo exclusivo con P&M, Pablo Llonto, abogado querellante en la causa por apropiación, señaló:
—Sandra Arroyo Salgado llega al escalón de jueza federal nombrada por el Consejo de la Magistratura. Se presentó al concurso para ocupar el juzgado que estaba vacante desde la destitución del juez Marquevich. Y aquí viene el tema político: Marquevich fue destituido por la presión del grupo Clarín, por tocar precisamente el nervio central de la causa Noble que es Ernestina Herrera de Noble. Cuando Marquevich hace eso, Clarín, enfurecido, se mueve políticamente para que lo destituyan y lo consigue en tiempo record. Unos meses después de haber detenido a Ernestina, el juez fue llevado a juicio político y destituido. Con lo cual ese juzgado queda vacante y muchos años después llega a ocuparlo Sandra Arroyo. Los jueces son parte del poder político. Hacen política como hacemos todos, pero ellos lo hacen desde el poder judicial. Y entonces ella, que en algún momento tuvo buena sintonía con el gobierno impulsa la causa Noble y la lleva a uno de sus puntos clave que fue la obtención de la cuota de sangre necesaria para hacer los exámenes de ADN. Yo participé de todo eso, estuvimos juntos casi 8 horas dentro del Banco de Datos Genéticos con ella y con los hijos apropiados de Ernestina y ella jugó ese rol.
—¿Qué pasó después?
—Con tanto reacomodamiento que ha habido en la política argentina y en el poder judicial, que es parte del poder político, Sandra Arroyo se fue alejando de su pensamiento inicial que puede haber sido oportunista, sincero, no sincero… como sea, se fue alejando de ese posicionamiento y ubicándose dentro del sector del poder judicial que decidió enfrentar y confrontar al gobierno. Entonces, ¿Qué hizo primero? Esto es por supuesto previo a Nisman. Congeló la investigación del caso Noble. Ese caso está abierto, no es un caso cerrado. Clarín está pidiendo que lo cierren, vamos a ver qué hace Sandra Arroyo en los próximos meses, después de todo esto. Lo que no ha hecho ella es investigar cuál es el origen, porque más allá de que haya dado negativa la comparación del análisis de ADN con el banco de datos genéticos en el caso de Felipe y Marcela, esto es respecto de las familias que han dado su sangre al banco de datos. Eso no quiere decir que no sean hijos de desaparecidos, quiere decir que hay que seguir investigando para ver si da positivo en otra familia que no ha dado su sangre al banco de datos, o como pasa con otras familias, que no se sabe si estaban embarazadas; hay familias que se fueron enterado después y se pueden seguir enterando porque no es que había un registro de embarazadas desaparecidas. Eso se fue construyendo y se sigue construyendo. Eso es lo que ella no estuvo investigando estos años. El fiscal Domínguez, de San Isidro, le está pidiendo que investigue y ella es reacia a esas medias.
—¿Cuándo dirías que ella da este giro en relación al gobierno nacional y deja de impulsar la causa Noble?
—Es a partir del año 20013 que ella deja de empujar la causa. Por supuesto esto, como queda en el ámbito de la intimidad, de algo que nos resulta, como tantas veces, difícil de manejar, es lo que uno quisiera saber ¿no? Así como con Nisman uno quisiera saber cómo se fue dando su aproximación desaforada a Patricia Bullrich y a sectores de la oposición. Porque uno puede decir, ese acercamiento se fue dando por convicción política, se fue dando por algún interés, se fue dando porque era lo que más le convenía para sus aspiraciones, que también las tienen los jueces. Los jueces quieren ser camaristas, después quieren ser jueces de la Corte y algunos quieren ser presidentes. No es que quieren ser solamente jueces de instrucción allá abajo. Tienen sus buenas aspiraciones y sus aspiraciones son políticas.
—¿Qué juez estuvo a cargo de la causa luego de que Marquevich fue destituido, hasta que asumió Arroyo salgado?
—El juez Bergesio, que cumplió el rol de juez subrogante. San Isidro tiene dos juzgados federales, entonces al quedar vacante el de Marquevich lo subroga el otro juez. En ese tiempo se tomaron medidas pero nunca se llegó a la extracción de sangre.
—Por último, en el este tiempo hemos visto al grupo Clarín amparando y visibilizando a Arroyo Salgado en su carácter de ex esposa del fiscal fallecido. ¿Podemos pensar que parte de este tratamiento es para poder seguir presionándola después para que juegue a favor de Ernestina en la causa Noble?
—Probablemente tenga su correlato. Si uno sigue con alguna lógica lo que está pasando todo indicaría que Sandra Arroyo va a seguir frenando la investigación, eso tiene un fin: que se muera Ernestina, con lo cual la imputada se cae. Ernestina va a cumplir el 7 de junio, el día del periodista, 90 años. Entonces es altamente probable que esa causa se cierre de una manera elegante que es el fallecimiento de Ernestina, sobreseimiento por lo tanto por el fallecimiento, y que entonces Sandra Arroyo diga: `no es que yo la sobreseo a Ernestina, sino que falleció.´ Pero lo cierto y concreto es que desde hace 2 años y medio no hace avanzar la investigación de la causa Noble.