Tras varios días de tensión política y negociaciones contrarreloj, el presidente de la Nación, Javier Milei, confirmó que -pese a los reveses que le asestó la oposición- no vetará el Presupuesto 2026.
A contramano de los rumores, la eliminación de los pasajes de financiamiento universitario y de la emergencia en discapacidad no motivará una vuelta atrás con la Ley de leyes, y respondió afirmativamente al ser consultado por si estaba dispuesto a aceptar la norma tal como fue aprobada en Diputados.
La definición llegó, como es habitual, desde los estudios de LN+, el canal elegido por el mandatario para fijar posición. Allí, Milei buscó enmarcar el resultado parlamentario como una victoria parcial y habló de una “batalla del Presupuesto” compuesta por “14 contiendas”, en un intento de mostrar épica donde el oficialismo perdió banderas clave.
“El primer logro fue conseguir el quórum. El segundo, que se vote por capítulos. Después, aprobar 11 de los 12 capítulos propuestos”, enumeró el presidente, antes de subrayar el eje que considera innegociable: “Ese Presupuesto está construido sobre la base del déficit cero”.
Lejos de anticipar un veto, Milei dejó abierta la puerta a una reingeniería interna de las cuentas públicas. “Lo que sí vamos a hacer es acomodar las partidas para cumplir con el déficit cero sin crear impuestos”, adelantó, y remarcó que, de cara al trámite en el Senado, “yo no voy a vetar la ley de presupuesto”.
El mensaje buscó enviar una señal de calma a los gobernadores y al mercado, después de una semana marcada por derrotas legislativas y crecientes cuestionamientos al rumbo fiscal. La decisión de no bloquear la ley de leyes expone, además, los límites de la estrategia confrontativa del oficialismo en el Congreso.
En otro tramo de la entrevista, Milei se refirió a la situación de la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner, internada tras ser intervenida quirúrgicamente por una apendicitis.
Pese a su habitual tono beligerante, esta vez eligió un registro moderado. “Como ser humano, nosotros respetamos el derecho a la vida y la propiedad. Puedo tener la peor y más aberrante opinión política, pero no me meto en lo humano. Que tenga una pronta recuperación”, expresó.
El Presidente también volvió sobre el escándalo de la criptomoneda $Libra, que lo tiene en el centro de las críticas desde que la promocionó en redes sociales. Fiel a su línea defensiva, negó irregularidades y descartó la existencia de una estafa. “Era un mercado particular, los que entraban, sabían”, insistió.
Para reforzar su argumento, Milei mencionó el caso de Hayden Davis, uno de los protagonistas del episodio, y sostuvo que en Estados Unidos “le acaban de liberar todos los bienes”. “No hubo estafa, porque la gente entró voluntariamente. En Estados Unidos no hay estafa, le liberaron los fondos”, remarcó, pese a las dudas que persisten en torno al criptogate.
La combinación de repliegue en el Presupuesto, gestos discursivos hacia la oposición y defensas cerradas en los frentes más polémicos retrata el momento del Gobierno: obligado a ceder en el Congreso, pero decidido a sostener su relato económico y político. El Senado será la próxima parada de una ley que Milei ya decidió no bloquear, aun cuando no sea la que soñó al inicio.