Por: Juan Pablo Peralta (Desde Casa Rosada)
A La Libertad Avanza le llegó el tiempo de demostrar si el triunfo del 26 de octubre le permite avanzar con su programa político y económico. La primera fase no dio los resultados esperados a los máximos bilardistas de la Casa Rosada. Es que de antemano los propios operadores del Gobierno expresaron -fuera de micrófono- que preferían no contar con un Presupuesto 2026, y de ese modo manejar las partidas a gusto y piacere sin tener que rendirle cuentas a nadie. El problema es que los gobernadores son los que exigen que todo lo que les prometieron figure en el texto de la Ley de Leyes. Así fue como el mileísmo quedó atrapado en la necesidad de sentarse a dialogar con 20 caciques provinciales con el objetivo de asegurar ese respaldo a la hora de votar las reformas que impulsa, en particular la ‘modernización laboral’.
En esa línea, fue que a Diego Santilli (Interior) se le abrió la billetera para repartir Aportes del Tesoro Nacional a los mandatarios territoriales acuerdistas. Cuando llegó la hora de demostrar cómo jugarían los beneficiados, los hechos objetivos pusieron en el tapete algo que podía suceder. La mayoría de los diputados se opusieron a la derogación de la Emergencia en Discapacidad y el Financiamiento Universitario. “Quién puede quedar pegado en ir contra las pensiones y la educación. Esos son órganos sensibles en la Argentina, pero parece que los libertarios no lo entienden”, le dijo a PolíticayMedios un diputado de los que visitan la sede del Ejecutivo, que agregó: “Nosotros representamos los intereses de nuestros pagos y ahí tenemos que volver. Ni que hablar de los que tienen intenciones de alcanzar lugares de mayor responsabilidad. El Gobierno debería dejarse de joder con la compra de aviones, tanques viejos y garantizar ese dinero. Parece un capricho, un capricho que además los va a terminar perjudicando si quieren seguir teniendo apoyo y renovar en el '27”, advirtió.
En este contexto, los estrategas del oficialismo nacional -mesa chica mediante- decidieron dejar el debate de los cambios en el rubro del trabajo para febrero, mientras se enfocaron en tener el dictamen de comisión del Presupuesto, a tratar en sesión el próximo viernes 26 de diciembre. A Patricia Bullrich le tocará liderar la partida más difícil en una Cámara alta donde Unión por la Patria tiene la primera minoría con 24 bancas contra 20 (más uno: Luis Juez) de LLA. El resultado quedará atado al apoyo de radicales y de ver cómo mejoran la relación con el PRO, después de haberlo dejado afuera de la representación de Diputados en la Auditoría General de la Nación, donde los mileístas prefirieron negociar con el kirchnerismo, que lo celebró como un gol de media cancha.
Cristian Ritondo amenazó con judicializar el tema y apuntó a Martín Menem, titular del cuerpo. Lo mismo manifestó con respecto a no dar quórum, sin embargo, en Balcarce 50 afirman que el número para abrir sesiones en los dos hemiciclos está garantizado. Habrá que ver si (como dijo la ex ministra de Seguridad) no necesitarán vuelos de Aerolíneas Argentinas a la hora de conseguirlo", dejó entrever un dirigente opositor.
“Los gobernadores siempre van a agarrar lo que les tiren, si están atados a la Nación... ahora, eso no garantiza que te firmen un cheque en blanco”, sintetizó un colaborador de uno de los caudillos del norte que tiene ambiciones presidenciales”. El panorama es complejo y en la Rosada no lo disimulan, especialmente quienes quedaron a cargo de acercar posiciones. Este jueves, mientras se desarrollaba el tratamiento presupuestario, Bullrich tuvo que acercarse al palacio rosado y sumarse a una reunión junto a Karina Milei, Santiago Caputo, Santilli, el secretario de Asuntos Estratégicos, Ignacio Devitt y hasta el propio presidente, que fue con la excusa de actualizar su firma digital que vencía.
Tras el encuentro, la frase que las voces en off repitieron como un mantra fue: “El equilibrio fiscal no se negocia”. Horas después se supo que no se harían cambios en la plantilla de ingresos y egresos del Estado que tuvo media sanción en la Cámara baja. No faltan los que especulan con que se agregue algún ítem dinerario dirigido a las casas de altos estudios y a la Ley Garrahan, "sin que rompa el superávit fiscal", reiteraron en el edificio del PEN. Otros más jugados sugieren que se podría retirar el proyecto, pero sería una manera de dinamitar el vínculo con los mandatarios provinciales de los que dependerá la reforma laboral. Por el momento, un intríngulis de difícil resolución.
Si hubo pases de factura o no en el cónclave, por el momento es irrelevante, porque los que terminan por dictaminar qué se hace son los hermanos Milei luego de escuchar a los primos Menem y al consejero Caputo. Por el despacho de este último pasan casi todos los días los más encumbrados funcionarios del Gobierno nacional. En pocas horas en el Salón Martín Fierro se puede ver al viceministro de Justicia Sebastián Amerio; a Pablo Quirno (Canciller); Bullrich; Adorni; a los jefes de la SIDE -Cristian Auguadra y Diego Kravetz; al embajador argentino en EEUU Alex Oxenford o al asesor de Donald Trump, Barry Bennett. El listado es interminable.
Eduardo 'Lule' Menem (Subsecretario de Relaciones Institucionales de la Secretaría General) no se queda atrás, y luego de cada evento vinculado a la relación con los estados provinciales recibe a algún gobernador, legislador o armador territorial. Santilli pareciera reportar más el ala norte -donde está el riojano- que al ala sur, zona que domina el mandamás de Las Fuerzas del Cielo. La tregua se mantiene bajo el rigor de la hermana presidencial y el imperativo de sostener cierto orden cuando hay que encarar etapas complejas, como fueron las elecciones de medio término y este momento en el que la gestión libertaria infiere que pone en juego su modelo económico.
Por lo pronto, Milei –si no hay cambios de último momento- volará a Foz de Iguazú en Brasil este sábado para asistir a la -varias veces postergada- Cumbre del Mercosur, en la que luego de cientos de idas y vueltas no se firmará el tratado de libre comercio con la Unión Europea. Un debate que ya lleva más de 26 años. Esta vez Emmanuel Macron (Francia) y la italiana Georgia Meloni pidieron retrasar la firma hasta enero. Es que los agricultores de esos países ven amenazada su competitividad si el parlamento del viejo mundo aprueba la competencia.
El líder libertario continuará reclamando al bloque sudamericano que permita que los países miembros cierren convenios entre naciones por fuera de Mercado Común del Sur, algo que resiste, más que nadie, Inácio Lula da Silva, quien con Jair Bolsonaro preso va por otro mandato, que, de concretarse, reforzaría las diferencias con su par argentino y su principal aliado regional, el paraguayo Santiago Peña. Chile, con la visita del presidente recientemente electo a Buenos Aires y a la Rosada, José Antonio Kast, pareciera ingresar en una etapa de relación más consistente y fluida con la Argentina, al menos es lo que les prometió a sus compatriotas en las puertas de Casa de Gobierno cuando finalizó su entrevista con el primer mandatario local y su hermana, quien cada día que pasa se instala más bajo el cargo -no tan ilusorio- en el que la colocó su hermano: “El Jefe”.