El Gobierno confirmó que aplicará el protocolo antipiquetes en la marcha del próximo jueves, convocada por la CGT, en rechazo a la reforma laboral impulsada por el gobierno de Javier Milei.
Según afirman desde Casa Rosada, el objetivo principal de la medida es evitar los cortes de calle durante la jornada de protesta que comenzarán alrededor de las 15. La movilización intentará llegar hasta Plaza de Mayo.
Sin embargo, en los sindicatos y organizaciones sociales, la aplicación del protocolo se vive como un intento de amedrentamiento que, temen, pueda desembocar en represión policial, tal y como ocurrió en más de una ocasión en las marchas de los jubilados.
Desde el gobierno nacional, en tanto, sostienen otra postura. "Queremos devolver el orden, ser un país normal”, había dicho la ministra de Seguridad, Alejandra Monteolvia, en el programa ¿La Ves? de TN. “Se aplica el protocolo, como siempre. Es el mismo equipo (que el de Patricia Bullrich)”, remarcó.
“Hablaron de movilización, con gente que se mueve de un punto a otro. Eso lo vamos a analizar como siempre: la VTV de las marchas, cuánta gente viene. Todo el procedimiento implica la aplicación de recortes para encapsular a distintos grupos que llegan”, dijo Monteoliva.
Pese a los antecedentes históricos de diciembres cargados de conflictividad social, Monteoliva aclaró que “hasta ahora no detectamos nada”. Las marchas programadas no representan “nada diferente a lo que hemos visto en estos días”, expresó.
Respecto de los operativos en las marchas, la funcionaria defendió el trabajo de la policía, incluso en el caso en el que el fotoperiodista Pablo Grillo terminó herido de gravedad, por el accionar policial. “Es lamentable que haya una persona herida, pero para nosotros no hubo un mal accionar policial”, manifestó.