En medio de un día atravesado por versiones cruzadas y especulaciones de pasillo, el Gobierno nacional oficializó este martes por la noche la salida de Sergio Neiffert de la conducción de la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE) y la designación de Cristian Auguadra como su reemplazante.
El anuncio llegó a través de un comunicado de la Vocería presidencial, que buscó enmarcar el cambio no como una crisis, sino como la continuidad de un proceso planificado. Según la versión oficial, el recambio se produce luego de que la Comisión Bicameral de Fiscalización de los Organismos y Actividades de Inteligencia aprobara el Informe de Gestión 2023-2024.
“La Secretaría de Inteligencia informa que, tras la aprobación del Informe de Gestión 2023-2024 por parte de la Comisión Bicameral (…) ha concluido la primera etapa del proceso de reestructuración del Sistema de Inteligencia Nacional”, señaló el texto difundido por el Ejecutivo.
Neiffert, un hombre de confianza de Santiago Caputo -integrante del llamado “triángulo de hierro” del mileísmo-, había sido quien encabezó esa fase inicial. El Gobierno le atribuyó tareas de ordenamiento interno, auditoría de estructuras y actualización de estándares operativos, en una suerte de limpieza de la herencia recibida.
“Esta fase inicial, encabezada por el Sr. Sergio Neiffer, permitió ordenar los procesos internos, auditar y transparentar la estructura organizacional, optimizar y actualizar los estándares operativos”, destacó el comunicado, que buscó dejar constancia de su legado antes del relevo.
— Vocería Presidencial (@Voceria_Ar) December 3, 2025
Para la etapa que se inicia ahora, la Casa Rosada eligió a Cristian Auguadra, contador público con trayectoria en auditoría, gestión de riesgos y administración estatal. También es una figura cercana al círculo de Caputo, lo que refuerza la idea de que el cambio no implica un desplazamiento del núcleo de poder sino un movimiento táctico dentro de la misma órbita.
“Con la validación parlamentaria de los avances obtenidos, la SIDE inicia ahora una segunda fase de transformación institucional, que estará liderada por el señor Cristian Auguadra”, precisó el comunicado oficial, en una señal de continuidad discursiva y política.
Desde el Ejecutivo subrayaron que su llegada apunta a profundizar la modernización del organismo, fortalecer los mecanismos de control y avanzar hacia un esquema de inteligencia “ágil, integrado y moderno”, en línea con los objetivos que el Gobierno viene enarbolando desde su asunción.
En ese tono épico-institucional, el mensaje cerró con una definición ambiciosa sobre el rol que la administración de Javier Milei le asigna al área de inteligencia: “El objetivo (…) es dotar a la Argentina de un servicio de inteligencia a la altura de los desafíos contemporáneos y del rol protagónico que nuestro país ha recuperado en el mundo”.
Más allá del lenguaje oficial, el movimiento se inscribe en un tablero sensible: la SIDE volvió a estar en el centro de la escena política y cualquier desplazamiento, por técnico que se lo presente, reaviva lecturas sobre internas, equilibrios de poder y control de un organismo históricamente opaco.
Por ahora, el discurso público habla de etapas cumplidas y de una “segunda fase” en marcha. Puertas adentro, el recambio suma un nuevo capítulo al intrincado mapa de poder del oficialismo. Y en la Argentina, cuando se mueve la inteligencia, nada es solo administrativo.