Una nueva tensión se coló en la relación entre Javier Milei y la administración de Donald Trump. El secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent, decidió suspender el viaje que tenía previsto realizar a la Argentina la próxima semana, una señal que en la Casa Rosada nadie quiso explicar públicamente, pero que en Washington se leyó como un gesto de malestar.

La decisión de Bessent se conoció luego de que Milei cancelara a último momento su participación en el sorteo del Mundial 2026, que se realizará este viernes 5 en el Kennedy Center, en Washington. El presidente había confirmado su presencia y se esperaba que ocupara un lugar destacado, junto a Trump, en calidad de mandatario del país campeón del mundo.

En el círculo más cercano al republicano no cayó bien la ausencia. La molestia creció al advertir que, mientras Milei se bajaba del evento, el presidente de la AFA, Claudio “Chiqui” Tapia -en plena guerra con el Gobierno-, sí estará presente en la ceremonia.

La suspensión del viaje de Bessent resulta especialmente significativa porque el funcionario fue una pieza clave en el vínculo financiero reciente entre ambos países. Fue él quien avanzó en el acuerdo de swap con el Banco Central argentino e incluso participó activamente en el mercado local a través de la compra de pesos, tanto antes como después de las elecciones legislativas.

A fines de octubre, tras la victoria de La Libertad Avanza, el propio Bessent había anunciado que visitaría la Argentina antes de que terminara el año. Esa visita estaba prevista para los próximos días, pero finalmente fue dada de baja sin mayores explicaciones oficiales.

Detrás del gesto diplomático asoma un malestar más profundo. Según fuentes con llegada a Washington, Milei no estaría cumpliendo con una serie de pedidos que la administración Trump le transmitió directamente a Karina Milei. Entre ellos, la salida de Guillermo Francos del Gobierno; la construcción de un acuerdo de gobernabilidad con Mauricio Macri y sectores de la llamada “oposición dialoguista”; y, sobre todo, un giro drástico en la relación con China.

Lejos de romper lazos con Beijing, la presencia de China en la economía argentina no deja de crecer. En los primeros nueve meses de 2025, las importaciones provenientes del gigante asiático superaron los USD 13.091 millones, lo que representa un salto del 66% en comparación con el mismo período del año pasado. Un dato que en Estados Unidos observan con creciente incomodidad.

Las objeciones republicanas también se filtraron a través de Barry Bennet, asesor y nexo con la gestión Trump, quien había sido acercado al Gobierno por Santiago Caputo. Bennet expresó su malestar por haber sido desplazado del diálogo entre Washington y Buenos Aires. El canal informal -el famoso “backchannel”- habría quedado virtualmente bloqueado tras el desembarco de Pablo Quirno en Cancillería, una movida impulsada por Karina Milei.

Mientras la Casa Rosada intenta minimizar el conflicto, la cancelación de Bessent funciona como una señal inequívoca: el vínculo con el corazón del poder estadounidense atraviesa su momento más delicado desde que Milei llegó al poder. Y en geopolítica, las ausencias también hablan.