La diputada nacional Carolina Píparo decidió adelantar su salida de la Cámara baja y presentó su renuncia una semana antes de lo previsto. El movimiento, que sorprendió incluso dentro del oficialismo, se da porque asumirá un cargo que depende directamente del Gobierno nacional, a instancias de la secretaria General de la Presidencia, Karina Milei.
Según trascendió, su destino sería el Banco Nación, donde ocuparía un puesto de jerarquía dentro de la estructura que responde al Poder Ejecutivo.
La salida de diputados
Píparo concluía su mandato el 10 de diciembre, pero envió la nota de renuncia al presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, varios días antes. Fuentes parlamentarias confiaron que la decisión se tomó “en buenos términos”, ya que el nuevo cargo presentaba incompatibilidades con la función legislativa.
La legisladora también había atravesado semanas de tensión interna con la Casa Rosada, luego de que su nombre se evaluara para conducir la ANSES. Sin embargo, esas diferencias quedaron atrás tras una reunión privada con Karina Milei, que permitió recomponer el vínculo.
El movimiento se produce en un momento clave dentro de Diputados, donde se están redefiniendo bloques, alianzas y equilibrios de poder de cara al nuevo período parlamentario. Cada incorporación o salida altera de manera directa la correlación de fuerzas entre el oficialismo y la oposición.
En este contexto, la renuncia anticipada de Píparo generó ruido inicial, pero rápidamente las dudas se disiparon. “Va a asumir, a instancias de Karina, en un cargo que depende del Ejecutivo”, indicaron a este medio fuentes políticas al tanto de la negociación.
Qué cargo ocupará
Si bien desde el Gobierno evitaron confirmarlo públicamente, distintas fuentes señalaron que Píparo se encamina a convertirse en directora del Banco Nación, una de las entidades financieras más relevantes del país y con fuerte peso político en la administración nacional.
El desembarco marca un nuevo capítulo en la relación de la dirigente con La Libertad Avanza, luego de un año atravesado por idas y vueltas, nominaciones frustradas y reacomodamientos internos dentro del oficialismo.