En la primera jornada de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, COP30, que tiene lugar en Belém (Brasil), el presidente Luiz Inácio Lula da Silva abrió el encuentro con un enérgico discurso en el que instó a "infligir una nueva derrota a los negacionistas" del cambio climático.
Su intervención, en medio de la selva amazónica, marcó la urgencia de actuar en la COP30 ante un contexto global de retroceso en políticas medioambientales. "Es mucho más barato luchar contra el clima que hacer la guerra", añadió Lula, con relación a los conflictos actuales en el planeta, como el de Ucrania.
"En la era de la desinformación, los oscurantistas rechazan no solo la evidencia científica, sino también el progreso del multilateralismo. Controlan algoritmos, siembran odio y propagan el miedo. Atacan instituciones, la ciencia y las universidades. Es hora de infligir una nueva derrota a los negacionistas" dijo el líder del PT. Y agregó que "sin el Acuerdo de París, el mundo estaría condenado a un calentamiento catastrófico de casi cinco grados para finales de siglo. Vamos en la dirección correcta, pero a la velocidad equivocada".
Lula destacó que el calentamiento global podría empujar a millones de personas al hambre y la pobreza, revirtiendo décadas de progreso, y recordó el impacto desproporcionado que el cambio climático tiene sobre las mujeres, los afrodescendientes, los migrantes y los grupos vulnerables, lo cual debe tenerse en cuenta en las políticas de adaptación.
El presidente reafirmó el papel de los territorios indígenas y las comunidades tradicionales en los esfuerzos por mitigar el aumento de las temperaturas, preservar los bosques y, por consiguiente, regular el carbono en la atmósfera. "En Brasil, más del 13% del territorio está demarcado para los pueblos indígenas. Quizás eso aún no sea suficiente", remarcó el presidente, según informa la Agencia Brasil.
La trigésima cumbre climática de la ONU se celebra con la ausencia por primera vez de Estados Unidos, segundo mayor contaminante mundial.