Luego de resultar victoriosa en las últimas elecciones en la Ciuadad, Patricia Bullrich decidió endurecer aún más su discurso y profundizó sus posiciones más conservadoras. En este sentido, en menos de 24 horas, participó como oradora principal en La Derecha Fest, donde compartió escenario con la activista Cecilia Pando, conocida por su defensa de los represores de la última dictadura, y reivindicó la actuación histórica de la Policía Federal Argentina (PFA).
Así, en una polémica decisión y a pocos días de dejar su cargo como ministra de Seguridad, Bullrich dispuso que la escuela de cadetes vuelva a llevar el nombre de Ramón Falcón, recordado por la represión y asesinato de obreros a comienzos del siglo XX, y que la escuela de suboficiales retome el nombre de Alberto Villar, exintegrante de la Triple A y responsable de la persecución de militantes en los años ’70.
Durante su exposición en el auditorio Belgrano, en el evento organizado por Agustín Laje y Nicolás Márquez, Bullrich cosechó aplausos al asegurar que, con el nuevo Código Penal que impulsa, un joven que robe un celular podría recibir una condena de hasta doce años de prisión.
Entre el público la observaba con atención Cecilia Pando, presidenta de la Asociación de Familiares y Amigos de los Presos Políticos de Argentina (AFyAPPA) —nombre con el que designa a los condenados por delitos de lesa humanidad—. Vestida con pantalones acampanados, Pando grabó con su celular las palabras de la ministra. A su lado estaba Carlos Manfroni, jefe de Gabinete del Ministerio de Seguridad, excolumnista de la revista Cabildo y autor de artículos en La Nación donde, durante la campaña de 2023, aseguraba que el equipo de Bullrich trabajaba en una “solución” para los represores detenidos.
Parte de esa “solución” pareció concretarse el 23 de octubre pasado, cuando la Corte Suprema resolvió que ninguna persona puede permanecer en prisión preventiva —sin condena firme— por más de tres años. El fallo tomó como caso testigo al de Carlos Ernesto “Indio” Castillo, exintegrante de la banda de ultraderecha Concentración Nacional Universitaria (CNU), detenido en la Unidad 34 de Campo de Mayo.
Pando celebró la decisión del máximo tribunal en sus redes sociales y compartió allí fotografías junto a Bullrich. La activista había apoyado su candidatura presidencial en 2023, incluso enfrentándose públicamente con Victoria Villarruel, compañera de fórmula de Javier Milei.
En aquel momento, Pando deslizó en la red X que Villarruel no era autora de los libros que firmaba y que estos habrían sido escritos por Alberto Eduardo González, represor condenado a prisión perpetua por los crímenes cometidos en la ESMA. González, al igual que el abuelo materno de la actual vicepresidenta, fue historiador dentro de la Armada.
Su esposo, el mayor retirado Pedro Mercado, también apuntó contra Villarruel. En un extenso posteo en Facebook, contó que fue ella quien organizó visitas a la casa del dictador Jorge Rafael Videla mientras cumplía prisión domiciliaria, e incluso relató haber compartido una cena con Villarruel y su entonces marido, Andrés Robiolio, para celebrar la interrupción del discurso que Néstor Kirchner pronunció por el Día de la Mujer en 2006.
En agosto pasado, cuando Milei ya la había tildado de “bruta traidora”, Pando aprovechó para insistir con sus críticas. “Los juicios por lesa humanidad lamentablemente continúan”, lamentó en una entrevista radial. “Esperábamos que ella pudiera impulsar el tema, pero con las peleas que hubo, ahora el Presidente no va a querer ni hablar de eso”, agregó.
Con la llegada de Bullrich al Senado, Pando vuelve a apuntar contra Villarruel, mientras la vicepresidenta, por ahora, elige el silencio.