El martes próximo desde las 12 horas, la Comisión de Hacienda y Presupuesto de la Cámara de Diputados de la Nación está convocada para dictaminar el proyecto del Presupuesto 2026. Sin embargo, el bloque oficialista de La Libertad Avanza y sus aliados buscan evitar que la oposición logre esa instancia antes del recambio parlamentario.
En el Gobierno especulan con tratarlo con un panorama más favorable en la Cámara a partir del 10 de diciembre, cuando se renueven las bancas con base en las elecciones celebradas el domingo 26 de octubre.
Esto le permitiría sancionar el presupuesto con menos dependencia de pactos con aliados o la oposición. LLA evalúa que aprobar el dictamen antes sería arriesgado pues dejaría espacio a que la oposición introdujera modificaciones o condicionamientos.
Por su parte, fuentes de la oposición ya anticipaban a la prensa que pretenden presentar un dictamen alternativo del presupuesto antes de ese cambio de legislatura.
Desde el oficialismo, la estrategia ha sido dilatar el trámite y correr la aprobación hasta que el nuevo bloque libertario tenga mayor peso.
Para coordinar los esfuerzos, el Gobierno buscaba celebrar este lunes un encuentro entre el titular de la Cámara de Diputados, Martín Menem; el secretario de Hacienda, Carlos Guberman, y los titulares de los bloques aliados. También fue un tema de conversación en la reunión de la semana pasada del presidente, Javier Milei, con los gobernadores.
El acercamiento a los bloques aliados y dialoguistas había tenido un antecedente el pasado 9 de octubre, pero la decisión posterior de suspender la aplicación de la Ley de Emergencia en Discapacidad hasta que la oposición explique de dónde saldrán los fondos barrió con cualquier avance, y propició el impulso de dictámentes alternativos, como el de Encuentro Federal.
El bloque que encabeza Miguel Ángel Pichetto adelantó que no desistirá e intentará aprobar su propuesta, que incluye en el Presupuesto las leyes suspendidas por el Gobierno Nacional. Esta postura le valió reproches desde los bloques más cercanos al Gobierno nacional.
Para lograrlo, debe conseguir 25 firmas de legisladores que conformen la Comisión de Presupuesto y Hacienda que estén de acuerdo con dictaminar el proyecto; situación que bajo la actual disposición de bancas es más probable que logre una oposición unida que el oficialismo.
Según los cálculos, desde Casa Rosada deberían lograr torcer la voluntad de bloques como Encuentro Federal, Democracia para Siempre o -lo que suena aún más descabellado- del peronismo.
El reloj corre y es el principal factor a administrar para el Gobierno, que se 'cuelga del travesaño' para aguantar hasta diciembre sin dictamen.
Su éxito parece depender más de que primen los egos entre los sectores de la oposición más dura, y no logren ponerse de acuerdo con qué proyecto dictaminar; o de realizar alguna concesión importante para cambiar la postura de los opositores más alejados.