A tres semanas de las elecciones legislativas nacionales, la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner recibió en su departamento de San José 1111, en el barrio de Constitución, al gobernador bonaerense Axel Kicillof. Fue la primera visita presencial del mandatario provincial desde la detención domiciliaria de la exmandataria, tras más de 100 días sin contacto directo público entre ellos. 

El encuentro se extendió por aproximadamente una hora y media, y fue calificado por allegados a Kicillof como “bueno” y “constructivo”. 

Durante la reunión dialogaron sobre la situación política nacional y provincial, el escenario internacional, y cómo fortalecer el espacio peronista de cara al 26 de octubre. 

Temas abordados y expectativa política

Uno de los puntos centrales de la conversación fue el armado electoral: fuentes señalaron que acordaron conformar una comisión con representantes de ambos sectores para empezar a bosquejar las listas de candidatos. 

No obstante, también se dejó claro que ese pacto no implica que la unidad esté sellada, sino que es un intento de coordinar estrategias sin saldar las tensiones internas del peronismo. 

La reunión adquirió además una fuerte carga simbólica, pues buscaba enviar un mensaje de cohesión en un momento de crispación interna entre el kirchnerismo “duro” y el espacio más afín al gobernador, que había lanzado movimientos propios dentro del peronismo. 

La importancia del encuentro en la previa electoral

Este gesto buscaba amortiguar los rumores de ruptura y contribuir a ordenar la interna para concentrar fuerzas en la campaña nacional. 

Con las tensiones en el peronismo bonaerense como telón de fondo, el encuentro pretendió proyectar unidad frente al desafío del oficialismo y otras fuerzas políticas emergentes. 

De cara a los próximos días, se espera que las negociaciones sobre listas, presencia en distritos clave y mecanismos de coordinación permanezcan en el centro del debate interno del PJ bonaerense.