Una estafa de 1500 millones de dólares - Política y Medios
26-09-2025 - Edición Nº6447

OPINIÓN

Una estafa de 1500 millones de dólares

La eliminación de retenciones duró apenas 48 hs. En ese lapso las compañías exportadoras se quedaron con 1500 millones que no llegarán a los productores. Crónica de una estafa anunciada.

Por: Federico Martelli. 

Duró poco la eliminación de las retenciones: poco más de 48 horas. El miércoles por la noche la ARCA anunció que ya se habían alcanzado los USD 7000 millones y que, por ende, se cerraba la posibilidad de inscribir trámites de exportación con 0% de retenciones.

En este marco, no puedo dejar de pensar en una productora agropecuaria con mucha presencia en la red social X que el martes subió una foto desde su cosechadora con la leyenda: "Por primera vez en mi vida, salgo a cosechar con retenciones cero". Me imagino sus palabras multiplicadas por miles en el campo argentino y en toda la cadena de valor de los pueblos agropecuarios.

Sin embargo, lo que prometía ser una enorme transferencia de riqueza hacia hacia el campo y todo su entramado productivo no fue más que un regalo que el Estado le hizo a 6 o 7 grandes compañías exportadoras a cambio de que adelanten 7000 millones provenientes de sus casas matrices.

Las compañías exportadoras, Cargill (EE. UU.), Viterra (Suiza), COFCO (China), Bunge (EE. UU.) y ADM Agro (EE. UU.) AGD y AFA (Argentina), anotaron DJVE (exportaciones) por USD 7.000 millones sin retenciones por lo que están exentas de pagar alrededor de USD 1500 millones de derechos de exportación y tienen 72 hs para ingresar esos dólares al MULC (Banco Central).

Esas divisas serán giradas por sus casas matrices a una tasa de interés del 5 o 6 % anual y por ello veremos en los próximos días esos vagones de dólares entrar en el país para calmar la corrida cambiaria que estamos atravesando. De este modo, exportaron sin retenciones (o anotaron esas exportaciones), colmaron el cupo y, a partir de ahora, comprarán a los productores esos mismos granos pero con retenciones. Cabe aclarar además que parte de lo anotado como exportado aún ni siquiera fue sembrado.

Así se acaba de configurar una de las mayores estafas de los últimos años. El Estado no percibirá esos 1500 millones de dólares de retenciones (el mismo Estado que dice que no hay plata para el Garrahan ni para los discapacitados), pero tampoco lo percibirán los productores y, por ende, tampoco será dinero que cirule por el entramado productivo de los pueblos rurales. El acuerdo entre Luis "Toto" Caputo y CIARA termina siendo ruinoso para el país y para sus productores agropecuarios.

El costo del dinero siempre es un factor clave para una empresa o un país. Pasamos horas escribiendo y leyendo sobre riesgo país, tasas de interés, plazos de pago, sistemas de amortización, etc, y siempre llegamos a la misma conclusión: si el costo del dinero es muy alto, es porque el tomador está arruinado y el prestador aprovecha esa vulnerabilidad para incurrir en usura. En esta operatoria el costo por adelantar 7 mil millones fue de 1500 millones. A las pruebas nos remitimos.

El campo una vez más estafado por quienes dicen llevar las banderas de la libertad. La realidad se impone de manera brutal: tipo de cambio atrasado, insumos en alza, tasas de interés desproporcionadas, energía a valores del primer mundo y una infraestructura detonada.

La eliminación de las retenciones aparecía en ese contexto como un elemento dinamizador de la inversión que debía redundar en una mayor productividad. Sin retenciones se podía aumentar la superficie sembrada, avanzar hacia zonas que hoy no entran en la cuenta e incluso elevar significativamente el rinde. El esfuerzo fiscal debía volver en mayor producción y en una redistribución en toda la cadena de valor, desde el transportista hasta el ferretero del pueblo; pero no, fue sólo una ilusión.

Sin embargo, esta situación debe servir para profundizar un debate sobre las retenciones, la situación fiscal y la calidad de vida de los argentinos. Es en ese marco que el campo y los procesos derivados de la industrialización de la biomasa deben ser uno de los pilares sobre los que ha de levantarse el nuevo modelo económico para el desarrollo nacional. En función de estos objetivos debemos combatir la idea de que el campo debe pagar los platos rotos de los errores macroeconómicos del pasado; y por el contrario, reinvidicamos el rol de la producción agropecuaria y agroindustrial como uno de los pilares fundamentales para la Argentina que queremos construir.

Está más que claro que las retenciones son un ancla para el aumento de la productividad y de la producción pero, a la vez, cumplen un papel fundamental en el presupuesto nacional y en la moderación de los precios de los alimentos. Por ello es fundamental un proceso de baja gradual de retenciones que empalme con un aumento gradual de salarios y jubilaciones y un aumento de bienes personales. 

Tal y como ocurre en los “países normales” nuestra estructura tributaria debe restar presión sobre quienes producen y reemplazar ese gasto fiscal con aumento a las personas físicas de grandes fortunas. 

En síntesis, un país en serio se construye planificando las reglas del juego a mediano plazo. Cualquier cambio repentino y apurado en el sistema de producción de bienes y servicios, seguramente sea negativo. En este caso, una vez más,  quedó demostrado que dentro del Caballo de Troya venían los griegos. 

OPINÁ, DEJÁ TU COMENTARIO:

NEWSLETTER

Suscribite a nuestro boletín de noticias