
El secretario del Tesoro de los Estados Unidos, Scott Bessent, realizó este miércoles declaraciones que comienzan a esclarecer en qué consistirá la ayuda del Gobierno de Donald Trump a la administración de Javier Milei.
El alto funcionario anunció que la Casa Blanca se encuentra en negociaciones con Argentina para otorgar una línea de swap por USD 20.000 millones con el Banco Central. Además, indicó que consideran la compra de bonos argentinos, ya sea en mercados primario o secundario, como parte de un paquete de asistencia financiera para estabilizar la economía.
Dentro de las opciones dispuestas figuran también un crédito stand-by significativo a través del Fondo de Estabilización de Cambios y la colaboración inmediata para gestionar pagos de capital de deuda en los próximos meses.
El anuncio de Bessent se produce tras la reunión que mantuvieron Milei, Trump y miembros del Gobierno argentino en Nueva York. Las condiciones precisas del swap, las diferencias entre mercado primario o secundario para la compra de deuda, y los plazos aún no fueron precisadas.
No obstante, las declaraciones llegan en buena hora para el Gobierno nacional, que atravesaba horas críticas intentando "defender el techo de la banda" de flotación cambiaria con las escasas reservas del Banco Central (BCRA).
Tan sólo un post de Bessent bastó para anclar las expectativas devaluatorias, y derrumbó el precio del dólar a principios de esta semana. Simultáneamente, los castigados bonos de deuda y las acciones argentinas rebotaron luego de meses de caída libre, que se había acentuado en las últimas semanas.
También el riesgo país cayó unos 100 puntos, indicio de recuperación de cierta confianza en los mercados.
Lo cierto es que, a pesar de que el respaldo había quedado claro, las imágenes del encuentro entre mandatarios difundidas este martes habían sembrado dudas respecto a qué tipo de acciones implicaría.
Trump habló de "apoyo total" y hasta dio a entender que él creía que Milei se juega la reelección en las elecciones de octubre, en las cuales vaticinó que sería "reelecto". Además, ante la pregunta sobre si le brindaría ayuda financiera, contestó que no creía que Argentina la necesitara, causando una evidente desorientación en el ministro de Economía, Luis Caputo.
"PÁNICO"
— Tendencias Mundiales (@porqetendencias) September 23, 2025
Por la mirada atrás de cámara de Toto Caputo cuando Donald Trump aseguró que "Argentina no necesita un rescate económico"pic.twitter.com/MGLHDGfepB
Tal parece que su secretario del Tesoro se encuentra más en tema, y es quien se ha encargado de enviar las señales más asertivas respecto al arreglo que negocian las partes.
Lo que no queda claro es si el swap y el crédito stand-by serán instrumentos separados o condiciones de un mismo acuerdo, lo cual puede marcar diferencias en la velocidad y forma en que llegue el apoyo.
La compra de bonos en los mercados primario y secundario le permitiría al Gobierno acceder a financiación externa que, por cómo venía el riesgo país, le hubiera sido imposible lograr bajo estándares técnicos.
Por su parte, otro de los temas sobre la mesa fue el fin de las exenciones fiscales para productores de materias primas que conviertan divisas extranjeras, lo cual implicará seguramente un punto de conflicto con el complejo agroexportador.
En todo caso, el rescate de Washington, que al igual que el crédito del FMI se ve más fundamentado en alineación política que en fundamentos técnicos, le otorga al gobierno de Milei un margen de acción que se le venía estrechando.
No pocos análisis estiman que -ahora- el programa económico parecería llegar a las elecciones de octubre sin mayores turbulencias. Algo impensado la semana pasada, cuando en tres días el Banco Central había tenido que vender US$1.100 millones para que el dólar no supere el techo de la banda.
En aquel momento, no se divisaban muchas más opciones que flotación libre (y devaluación en shock con su correlato inflacionario) o restauración del cepo y deterioro de la credibilidad política.
De todas maneras, la coyuntura impone la necesidad de pegar un volantazo. Hasta el momento, el "ajuste fiscal más grande de la historia" no alcanzó para solventar el programa económico; que ya se comió un blanqueo, emisión de numerosos bonos de deuda y precisó de créditos del Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y diferentes entidades de crédito internacional.
A pesar de todo esto, no llegó a la mitad del mandato sin solicitar una ayuda extraordinaria del Gobierno estadounidense por haber agotado el resto de las instancias de financiación externa. Ayuda que sólo es posible gracias a que el jefe de Estado norteamericano es un personaje heterodoxo en todo sentido, y más interesado en la guerra comercial con China que en cualquier otro asunto.