Albania redefine la comunicación del poder - Política y Medios
13-09-2025 - Edición Nº6434

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Albania redefine la comunicación del poder

12:39 |El gobierno de Albania no detalló aún los mecanismos de control humano, ni cómo Diella gestionará los errores, sesgos algorítmicos, ni la transparencia del propio sistema IA, lo que constituye una falta de regulación clara.

Por: Lautaro González Amato*

 

En un giro casi salido tanto de la ciencia ficción como de una estrategia política bien almidonada, Albania nombró a Diella, una inteligencia artificial, como ministra encargada de las contrataciones públicas. 

Presentada por el primer ministro Edi Rama durante el relanzamiento tras su reelección para un cuarto mandato, Delia parece ser la solución definitiva para erradicar la corrupción, Si bien ya operaba como asistente virtual en la plataforma estatal e-Albania, ahora, su rol será el de evaluar, adjudicar y supervisar licitaciones, desplazando del proceso a ministros tradicionales. 

Diella, cuyo nombre significa "sol" en albanés, ya existía como una IA al servicio ciudadano: desde enero de este año facilitó la emisión de más de 36.600 documentos digitales y la prestación de cerca de 1.000 servicios públicos mediante comandos de voz. Vestida con traje tradicional del país ubicado al sureste de la península balcánica, esta superministra de IA fue diseñada para ayudar a los ciudadanos a navegar de manera óptima por todos los servicios gubernamentales digitales. Es una apuesta que mezcla innovación y riesgo institucional al tiempo que abre una serie de interrogantes a los límites de la democracia en digital.

De asistente virtual a ministra: salto simbólico con mares de preguntas

Hoy Diella es elevada a una posición ministerial, responsable de lo que históricamente ha sido terreno fértil para favores, sobornos y corrupción política. En su nuevo rol será responsable de supervisar todas las decisiones relacionadas con las licitaciones de contrataciones públicas. El objetivo declarado por el gobierno es garantizar que estos procesos sean "100 % libres de corrupción" y que la asignación de fondos públicos se realice con "perfecta transparencia".

Además, Diella tendrá la capacidad de contratar talentos internacionales para fortalecer la gestión de las contrataciones estatales. Este enfoque busca eliminar la influencia política y los intereses personales en los procesos de contratación, utilizando algoritmos y sistemas inteligentes para garantizar imparcialidad y eficiencia.

El anuncio tiene un valor comunicacional gigantesco. Funciona como señal política: “yo tomo medidas transformadoras”; “yo actúo contra la corrupción”. Desde la perspectiva de la comunicación política, Diella es un símbolo, un elemento del marketing institucional capaz de elaborar una nueva narrativa de modernización estatal digital. 

De todas maneras esta narrativa genera altas expectativas y deja flancos abiertos: ¿cuál será la supervisión humana de Diella? ¿Qué algoritmos se usarán? ¿Quién los diseña, quién los audita? 

El escepticismo ya es el sentimiento que más predomina en las redes sociales, incluso se llenó de memes: “Diella se corromperá también”, expresan algunos usuarios en redes, quienes cuestionan la capacidad de una IA para resistir la manipulación o el sesgo humano, especialmente en un país con antecedentes de corrupción en la administración pública.

Riesgos instituciones y democráticos

A pesar de estas preocupaciones, el gobierno albanés considera que la integración de Diella es un paso significativo hacia la modernización del Estado y la erradicación de la corrupción, factores clave para las aspiraciones del país de unirse a la Unión Europea para 2030.

Por otro lado, el gobierno de Albania no detalló aún los mecanismos de control humano, ni cómo Diella gestionará los errores, sesgos algorítmicos, ni la transparencia del propio sistema IA, lo que constituye una falta de regulación clara.

 

Si algo sale mal —una licitación adjudicada erróneamente, fraude o favoritismo— ¿a quién se responsabilizará? ¿Al algoritmo, al equipo técnico, al responsable ministerial humano o al primer ministro?

Cuando funciones esenciales del Estado se delegan a entidades no humanas, surge la pregunta: ¿cómo se sostendrán las responsabilidades para garantizar el derecho ciudadano a impugnar decisiones, revisar procesos y acceder a explicaciones comprensibles?

El nombramiento de Diella como ministra IA es, sin duda, un experimento audaz y un hito global. Puede ser un paso hacia gobiernos más transparentes, eficientes y menos permeables al soborno y al favoritismo. Pero no puede leerse como panacea: la comunicación política del poder usa este tipo de acciones para reforzarse simbólicamente, como bandera de novedad moral, aunque carezca de respaldo real. Una medida así puede convertirse en humo y que el propio gobierno pierda credibilidad e incidencia en los asuntos públicos. 

Para que realmente marque un cambio, Albania necesita acompañar esta iniciativa con leyes, controles externos, auditorías, participación ciudadana, y rendición de cuentas. Debe asegurar que la IA no se transforme en otra herramienta del poder invisible, sino en medio para revitalizar la democracia. En ese camino, lo que importa no es solo el discurso, sino la transparencia operativa, el acceso público al código, la posibilidad de apelar decisiones, y la vigilancia ciudadana.

Si Diella cumple con esos requisitos, podrá ser modelo para otros países. Si no, quedará como una curiosidad tecnológica más, útil para titulares en los portales de noticias aunque con poco poder transformador para la vida real de las sociedades modernas.

 

 

*Autor del ebook “Unir la cadena. IA & comunicación política. Guía práctica para asesores”, LAMATRIZ, 2024.

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