
La incertidumbre en torno a las elecciones legislativas bonaerenses culminó en un escenario poco esperado, con un categórico triunfo de Fuerza Patria, que al cierre de esta nota se imponía con una diferencia de más de 14 puntos sobre La Libertad Avanza, con un 95% de las mesas escrutadas.
Los resultados ratificaron el dominio territorial del justicialismo en complejos habituales como la tercera sección, pero también sumó a varias regiones históricamente adversas, permitiéndole ganar en seis de las ocho secciones electorales.
El norte y oeste del Conurbano, concentrados en la Primera Sección, que por primera vez resultaba la más populosa de la provincia -históricamente había sido la Tercera-, aportaron un triunfo clave: Gabriel Katopodis se impuso con el 47,29% frente al 37,14% de Diego Valenzuela.
En la Tercera Sección, que agrupa a los 19 municipios del sur del Conurbano, la diferencia fue aún más holgada: 53,78% para el peronismo con Verónica Magario a la cabeza, contra el 28,62% de LLA, que presentó al ex comisario de Florencio Varela, Maximiliano Bondarenko.
Ambas regiones, con casi 9 millones de votantes, ratificaron su condición de bastiones bonaerenses, con gran poder de influencia incluso en elecciones nacionales.
La victoria también se extendió al interior. En la Segunda Sección, Fuerza Patria ganó con el 35,48% frente al 29,85% del oficialismo nacional. Lo mismo ocurrió en la Cuarta, donde el peronismo se impuso con el 40,21% frente al 30,33% de LLA.
En la Séptima Sección, la diferencia fue de 38,20% a 32,83%, y en la Octava -constituida exclusivamente por el Partido de La Plata-, el resultado también favoreció al peronismo: 43,43% contra 37,14%. En esta sección, el hermano de Manuel Adorni, Francisco, compitió por LLA contra el diputado bonaerense Ariel Archanco, que capitalizó el respaldo a Julio Alak.
La Libertad Avanza apenas pudo retener dos secciones: la Quinta, con centro en Mar del Plata, donde alcanzó el 41,53% frente al 37,59% del peronismo; y la Sexta, que concentra el sudoeste bonaerense, con un 41,72% contra 34,11%. Ese limitado desempeño fuera del conurbano explica la magnitud de la derrota.
El mapa bonaerense muestra así un dominio territorial extendido del justicialismo, que no solo se impuso en los grandes centros poblacionales del Conurbano, sino que también sorprendió mostrándose competitivo en el interior provincial (históricamente radical).
Axel Kicillof se erige como figura central de esta victoria, mientras Cristina Fernández de Kirchner salió a celebrarla públicamente y envió un audio al acto del gobernador, consciente de que el resultado provincial marca el pulso del tablero nacional.
Para Milei, en cambio, la derrota abre un interrogante de fondo: si su apuesta era sostener el plan económico con respaldo social, la principal provincia del país acaba de darle la espalda. A pesar de esto, en su primer comunicación, además de aceptar la derrota, prometió continuar por el mismo camino sin ejecutar grandes cambios.